Este Domingo de Ramos, miles de ilicitanos han salido a la calle acompañados de sus palmas blancas para ir al 'pas de la burrata'. El acto, que esta considerado Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 1997, conmemora la entrada de Jesús Triunfante en Jerusalén y marca el inicio de la Semana de Pasión.
Dos años después del parón provocado por la pandemia, los ilicitanos no han faltado a la tradición y han arropado con miles de palmas blancas la imagen de Jesús por las calles del centro de Elche, al ritmo de las cornetas y tambores de la Cofradía de la Samaritana y de la Hermandad de la Flagelación y Gloria.
El buen tiempo ha acompañado en esta mañana a las más de 60.000 personas que han participado en la procesión del Domingo de Ramos y estrenado también vestimenta, tal y como marca la tradición, en el día que da inicio a la Semana Santa.
Antes del inicio de la multitudinaria procesión ha tenido lugar la bendición de palmas a cargo del vicario episcopal en el Paseo de la Estación, junto al Parque Municipal, desde donde ha partido el desfile religioso. Unas palmas que posteriormente se cuelgan de los balcones de las casas para que las proteja durante el resto del año.
Este año el trono de Jesús Triunfante, adornado con la tradicional palma blanca, ha sido portado a hombros por una plantilla de costaleros y costaleras de las diferentes cofradías y hermandades de la ciudad.
Junto a la imagen, miembros de todas las cofradías y hermandades de la Semana Santa ilicitana, entidades culturales de la ciudad y la corporación municipal, así como las palmas artesanas participantes en el concurso de palma blanca en las modalidades de miniatura, formato intermedio o especial, que llega hasta los 2,70 metros.
Tras el trono, cerraba la procesión la Agrupación Musical Nuestra Señora del Rosario de Crevillente.
Se trata de la primera procesión del Domingo de Ramos que pasa por la plaza del Ayuntamiento peatonalizada, y la primera en la que las mascarillas eran un complemento más de muchos ilicitanos.
En Elche, la celebración del Domingo de Ramos adquiere una importancia especial tras su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1988 e Internacional en 1997, aunque el primer conocimiento de la procesión data de 1371, según consta en el Archivo Municipal de la ciudad.
Es en 1429 cuando está fechada la primera referencia al comercio de palma, a partir de un acuerdo del Consejo de la ciudad donde se menciona a un grupo de ilicitanos detenidos en Valencia tras acudir a vender palma blanca para el Domingo de Ramos.
En Elche existen una docena de talleres que trabajan en la elaboración de la palma blanca ilicitana, que requiere de un proceso de conservación de la palmera y posteriormente de las palmas para conseguir el singular color amarillo que permite su trenzado.
Durante los días previos al Domingo de Ramos, los ilicitanos se han acercado a los puestos instalados en la Plaza de Baix y en otros barrios y pedanías para comprar su palma, ya sea lisa, rizada o de solapa. Es habitual que sean los abuelos o padrinos los encargados de comprarla a los más pequeños.
Además, el Ayuntamiento obsequia con palmas blancas, lisas o rizadas, a diferentes personalidades políticas o religiosas como el Papa Francisco, los Reyes de España, los presidentes del Gobierno y de la Generalitat Valenciana, el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante y el alcalde Jaca, ciudad hermanada con Elche.