La Policía Nacional ha conseguido grandes avances en solo 24 horas sobre el caso del asesinato de la octogenaria que apareció muerta con tres disparos en un chalé de una partida rural de Elche. Las autoridades detuvieron en la tarde del jueves a dos personas como presuntos autores del crimen, y encontraron el arma homicida escondida en los alrededores de la casa.
En un comunicado, la Policía ha informado de que los principales sospechosos son una madre y su hijo, de 46 y 16 años respectivamente, que tras los hechos intentaron eliminar pruebas. De hecho, uno de los vehículos calcinados en el incendio del pasado miércoles en el barrio alicantino de Vistahermosa coincide con el coche descrito por uno de los testigos que vio a dos personas salir corriendo del chalé de la víctima.
La tarde del pasado miércoles se descubrió el cadáver de una mujer de ochenta años en su domicilio ubicado en una zona de chalés de una partida del campo ilicitano próxima a la localidad de Torrellano. El cuerpo de la víctima, presentaba tres impactos de bala en su cuerpo y tenía síntomas de que el cuerpo, tras recibir los disparos, había sido manipulado deliberadamente para tratar de eliminar pruebas.
Rápidamente, se activó el protocolo de delitos violentos por parte de la Policía Nacional, desplazándose al lugar las unidades de Policía Judicial y Policía Científica encargados de realizar una exhaustiva inspección ocular técnico policial, tanto del escenario del crimen, como de las inmediaciones, en busca de indicios y pruebas, jugando en contra de las adversas condiciones climatológicas imperantes en esos instantes en la provincia, que podrían alterarse naturalmente a causa de las torrenciales lluvias que estaban castigando el campo ilicitano.
Por otra parte, los investigadores, consiguieron el testimonio de un testigo ocular de los hechos, quien al parecer aportó minuciosas características físicas de dos personas a las que vio huir del lugar, así como del vehículo en el que se marcharon.
En cuanto al escenario del crimen, la hipótesis extraída de la inspección ocular, revelaba que el cuerpo fallecido de la víctima había sido trasladado desde el lugar donde recibió los mortales impactos de bala, hasta donde fue hallado.
La pista del vehículo
Analizados todos los hechos ocurridos en el momento del suceso, sobre la base de las testificaciones de vecinos y del propio testigo ocular, la sucesión de hechos ocurridos en horas posteriores, llevó a los investigadores hasta la pista de un vehículo incendiado en la ciudad de Alicante, que afectó a otros cuatro vehículos, coincidente en marca y modelo con el vehículo mencionado por el testigo, viéndose una posible relación con los hechos.
Este suceso, fue el acelerante que propició que los investigadores manejaran esta hipótesis como principal línea de investigación a seguir. De hecho, la inspección ocular realizada sobre el vehículo calcinado, nuevamente dio luz a las investigaciones y llevó a los agentes hasta los sospechosos.
Tras investigar su modo de vida, pudo averiguarse que, la sospechosa, propietaria del vehículo calcinado, practicaba tiro deportivo y que, de hecho, disponía de licencia y figuraba un arma corta registrada a su nombre, del mismo modelo y calibre que el arma homicida encontrada por los agentes durante la inspección ocular llevada a cabo, una pistola Beretta, del calibre 22, la cual, la investigada había denunciado como sustraída la mañana siguiente al suceso, manifestando incluso que le desapareció del interior de su vehículo en fechas inmediatamente anteriores.
Madre e hijo
En cuanto a la posible vinculación con el crimen, además de lo anterior, sus características físicas se adecuaban a las aportadas por el testigo ocular, así como que era madre de un joven, a la sazón, también coincidente en características físicas con las del individuo mencionado por éste, pudiendo tratarse ella de la presunta autora material, quien fue auxiliada, presuntamente, por su hijo menor de edad en la comisión del crimen, para la manipulación del cuerpo inerte de la víctima, así como para la posterior eliminación de pruebas y huellas del suceso.
Así las cosas, analizados todos los indicios, los investigadores localizaron en la tarde del día de ayer a ambos sospechosos y les detuvieron sobre la base de todos los indicios hallados, desmontando así la coartada que los investigados estaban articulando y consiguiendo esclarecer el misterioso asesinato en las inmediatas veinticuatro horas posteriores de su comisión.
Según las investigaciones, los propios actos posteriores que llevaron a cabo los investigados para preparar su coartada y deshacerse de las posibles pruebas que les pudieran incriminar en los hechos, produjeron el efecto contrario, incriminándoles más si cabe en los mismos.
A falta de conocer el móvil de los hechos, sobre el que los investigadores se encuentran trabajando actualmente, se descarta la hipótesis de un robo fortuito, barajándose consistentemente el hecho de que víctima y arrestados se conocieran previamente, habiendo sido clave en la investigación la inspección ocular llevada a cabo por los agentes.
Los detenidos, de nacionalidad española, madre e hijo, de 46 y 16 años respectivamente, sin antecedentes previos, en las próximas horas pasarán a disposición de los Juzgados de Instrucción de guardia de la misma localidad y de la Fiscalía de Menores, en el caso del menor de edad, habiéndose decretado el secreto de las actuaciones.