Alicante

La Guardia Civil detuvo el pasado 25 de marzo a un varón español de 24 años de edad como presunto autor del hurto de 160 tapas de desagüe fluvial de la localidad de Jávea. Las tapas eran transportadas en su vehículo hasta un local de chatarra en Benissa, donde posteriormente se mandaban a fundir a Valencia.

Por ello se han imputado también a tres trabajadores de este negocio por un posible delito de receptación.

Durante el mes de marzo el Ayuntamiento de Jávea puso en conocimiento de la Guardia Civil la sustracción de estas tapas de desagüe fluvial. Estas tapas que están fabricadas de hierro fundido y tienen grandes dimensiones, están valoradas en 120 euros, dando por tanto, un perjuicio total de 19.200 euros.

No obstante, al margen del montante económico, la retirada de estas tapas constituye un potencial peligro para vehículos y viandantes, hasta tal punto de que "una persona resultó herida con una fractura en la pierna al caerse en uno de los huecos". Estos hechos causaron una creciente alarma social entre los vecinos de la localidad.

Es por todo ello, que el Área de Investigación de la Guardia Civil de Jávea, inició una investigación en la que se descubrió que estas tapas eran transportadas en un vehículo hasta una nave de compra de chatarra situada en un polígono industrial de la vecina localidad de Benissa.

Investigación 

El día 25 de marzo los agentes pudieron sorprender in fraganti al presunto autor de las sustracciones, vendiendo varias tapas en el local de recuperación de metales.

En ese momento los agentes procedieron a su detención y a realizar una inspección en el establecimiento, en el que hallaron 35 tapas de las mismas características y numerosas irregularidades en los libros de registro al respecto.

Por estos hechos al detenido se le ha imputado un delito continuado de hurto, mientras que a los trabajadores de la chatarrería, debido a que estas personas estuvieron presuntamente adquiriendo las trapas a sabiendas que pudieran tratarse de material sustraído, se les ha procedido a la imputación por un delito de receptación.

Tras la instrucción de las preceptivas diligencias, al día siguiente, el 26 de marzo, el detenido fue puesto a disposición judicial y después se le concedió la libertad con cargos. Las tapas incautadas fueron devueltas al Ayuntamiento de Jávea.

Asimismo, y después de investigaciones posteriores, la Guardia Civil descubrió como las tapas restantes habían sido enviadas por los receptores a una fundición ubicada en Valencia y ya habían sido fundidas.

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