Piden ingreso psiquiátrico para la mujer que se tiró con su bebé desde el castillo de Dénia
La madre y su hijo sobrevivieron al intento de suicidio y ahora la Fiscalía pide 20 años por un delito de asesinato en grado de tentativa.
26 abril, 2021 19:11Noticias relacionadas
La Fiscalía solicita 20 años de internamiento en un centro psiquiátrico, en lugar de ingreso en prisión, para una mujer de 38 años que se arrojó al vacío con su bebé, de 7 meses. Ambos sobrevivieron con heridas graves tras saltar desde una de las almenas del castillo de Dénia, cuya altura llega a sobrepasar los 70 metros.
La mujer se enfrenta a juicio este martes ante un tribunal de la Audiencia de Alicante, acusada de un delito de asesinato en grado de tentativa en relación con ese suceso que conmocionó a la provincia.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar el 26 de agosto de 2017 cuando la acusada, de origen extranjero, tenía 34 años de edad y, según la fiscalía, accedió hasta el interior del espacio protegido del castillo, se sentó sobre una de las almenas y se dejó caer con su hijo en brazos.
Si bien en un principio se pensó que se había tratado de un accidente, teniendo en cuenta que el castillo de Dénia es un lugar muy concurrido por turistas, después se supo que el salto se produjo tras haber mandado un mensaje telefónico de despedida a su pareja, padre del bebé.
Amortiguados
No obstante, la caída quedó amortiguada por la malla metálica, que se emplea para evitar desprendimientos de rocas, de forma que los dos sobrevivieron al impacto. Al lugar de los hechos tuvo que acudir una dotación de bomberos que tuvo que romper una puerta para acceder al punto de la caída.
Como resultado, el menor padeció traumatismo craneoencefálico con fractura craneal, además de la rotura de sus dos piernas y, según la acusación pública, requirió 11 días de estancia hospitalaria y tardó en recuperarse 230 jornadas.
Fuerte depresión
El Ministerio Fiscal concreta ahora que, en el momento de los hechos, la procesada se hallaba diagnosticada de un trastorno depresivo mayor, aunque esa consideración se amplió después a un posible trastorno esquizoafectivo con alucinaciones auditivas "que mermaban, incluso anulaban, sus facultades cognitivas".
De hecho, en el momento del suceso, la mujer, de nacionalidad rumana, se encontraba en tratamiento psiquiátrico, por lo que dio pistas a los investigadores en un primer momento de que no se trataba de un intento de suicidio corriente.
De ahí que el acusador público considere que concurre la eximente completa de alteración psíquica y solicite para la acusada su ingreso en un centro psiquiátrico, en lugar de su internamiento en prisión. Además, reclama que se acuerde la retirada de la patria potestad respecto a su hijo.