Alicante

La Guardia Civil ha detenido a un hombre español de 35 años, y ha investigado a otras 6 personas con edades comprendidas entre los 33 y 42 años y de nacionalidades española y marroquí, como presuntos autores de ocho delitos de hurto y un robo con fuerza en las cosas.

Según el instituto armado, se dedicaban a la sustracción de cable de cobre del alumbrado público, en urbanizaciones aisladas de las provincias de Alicante y Valencia. Los perjudicados han calculado que el valor de los daños asciende a unos 30.000 euros.

Los hechos se retrotrae a finales de junio de este año cuando el Equipo ROCA de Calpe desmanteló un grupo criminal compuesto por seis individuos, cinco varones y una mujer, de nacionalidad española y marroquí, asentados en las localidades de Alaquás y Aldaia (Valencia). Este grupo criminal se dedicaba a cometer hurtos y robos con fuerza de cableado público de cobre, en urbanizaciones e instalaciones de diferentes localidades. 

Por lo tanto, el inicio de las investigaciones se remonta a finales de junio del presente año, cuando tres de los autores fueron identificados en una urbanización de la localidad de Pedreguer (Alicante), a punto de recoger seis bobinas con varios cientos de metros de cableado, que previamente habían cortado del interior de arquetas y farolas.

Coincidiendo con esa actuación, alrededor de esas mismas fechas se había producido un incremento de robos de cobre de alumbrado público en varias localidades de la Marina Alta como Tormos, Els Poblets y Vall de Laguart. El Equipo ROCA de la Compañía de Calpe tras hacerse cargo de las investigaciones, consiguió identificar a un grupo de personas, que contaban con un amplio historial delictivo por hechos de la misma índole.

Modus operandi

Desde su lugar de residencia las localidades valencianas de Alaquás y Aldaia, acudían, diariamente, lo más lejos posible de ellas para evitar ser vinculados con los ilícitos que cometían o, al menos, dificultar la investigación policial. Posteriormente, tras la sustracción del cableado, se desplazaban directamente a diferentes chatarrerías de su confianza en la provincia de Valencia para realizar la venta del cobre y objetos que acababan de sustraer consiguiendo un gran beneficio económico por estas ventas. 

En una de las chatarrerías, a sabiendas de que los efectos eran sustraídos, la propietaria los receptaba, siendo por tanto, investigada por tales hechos. Durante las investigaciones, se realizaron aprehensiones de efectos sustraídos pudiendo ser devueltos a sus legítimos propietarios, logrando paliar en alguna medida el daño realizado por los autores de los hechos.

Una vez finalizada la investigación se procedió a la detención del “cabecilla”, el cual se había marchado a residir junto a su esposa, la cual resultó investigada, a la localidad onubense de Palos de la Frontera por la sospecha de que la Guardia Civil tuviera constancia de sus actos delictivos. Además, quedó aprehendido por parte de los agentes el vehículo que utilizaban en todos los ilícitos penales, quedando a disposición judicial. 

Tras esta primera fase de la operación, se realizó una segunda fase, llevada esta a cabo en la localidad valenciana de Aldaia, la cual se saldó con la imputación del resto del grupo criminal, siendo un total de 4 varones así como la investigación de la propietaria de una de las chatarrerías dónde vendían objetos, por un supuesto delito de receptación.

La cantidad de alumbrado público sustraído es de varios miles de metros al igual que se han sustraído diferentes objetos como planchas metálicas o motores.

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