Es cierto que, hasta la interrupción de la guerra civil, les Fogueres habían procedido en alguna ocasión y siempre partiendo de iniciativas surgidas por distintas comisiones, al indulto de algunos de los ninots de sus hogueras respectivas. Es más, existe un curioso precedente con la denominada Festa dels Indultats que se desarrolló en nuestra Explanada tras la cremà de 1933.
Sin embargo, la instauración de la Exposición del Ninot se incorpora como cita previa a las fechas centrales de nuestras fiestas una vez estas se recuperan en 1940. Conviene recordar que en la vecina Valencia instauró esta singular muestra en la edición fallera de 1934. Así pues, sería en el pleno de hogueras del 28 de mayo de 1940, donde se sugeriría por vez primera la presencia de esta cita en el programa de actos, para la cual se había decidido la ubicación del Salón España, donde posteriormente se situaría el cine Capitol.
Esta se inauguraría a las 19 horas del 18 de junio permaneciendo abierta diariamente durante cuatro días, únicamente entre las 19’00 y 21’00 horas. En el acto de inauguración se contaría con la actuación de la banda de la Cruz Roja acompañando a las autoridades presentes. El importe de cada entrada -con derecho a voto- era de 25 céntimos.
En aquella ocasión inicial -muy alabada por la prensa de la época- el indulto recayó en la figura del popular dulzainero Talento, que Juan Esteve modeló -con gran realismo- para la foguera de San Fernando-Lonja. Un ninot vestido con tela -algo entonces y más adelante poco utilizado en Alicante-, en la que Esteve demostró su talento artístico, lo que le permitiría ser muy solicitado por otros artistas para que les modelara los elementos escultóricos de sus respectivas hogueras.
Hay que señalar que la figura portaba el número 30 -lo que certifica que, con 21 comisiones participantes, las hogueras que así lo desearan podían aportar más de una figura o grupo-. Por otro lado, el ninot indultado recibió 1239 votos -sin contar los previsibles que obtendrían otros participantes-, lo que avala el enorme éxito popular de la exposición en su primera cita.
Por ello, en 1941 la misma se realizaría en el hall del Teatro Principal entre el 17 y el 20 de junio, con unas entradas que se elevarían a dos reales. La recaudación de la exposición fue de 1.178,50 pesetas, lo que avala casi dos mil quinientos visitantes. Constatando la muy inferior densidad de población de la ciudad, no puede ocultarse el hecho de que el interés que la misma generaba era proporcionalmente superior al actual.
Aquel año suponía el retorno de Gastón Castelló a la realización de fogueres, tras su periodo encarcelado en los primeros meses del franquismo más feroz. Realizaría las vecinas hogueras de Alfonso el Sabio y Mercado Central, recibiendo el máximo galardón con la primera de ellas, que le permitió asimismo obtener el único Ninot Indultat de su andadura como artista foguerer.
Lo alcanzaría con su lograda recreación del pintor Francisco de Goya, en una muestra que -sin duda para afianzar su interés- contaría con tres premios. El segundo lo alcanzaba Juan Such con su ninot para Benalúa -representando una típica escena gastronómica-, y el tercero el entonces jovencísimo José Perezgil con su alegoría marinera realizada para la foguera de Plaza de Gabriel Miró.
¡Qué pena que todas estas obras se consumieran bajo las llamas, incluso tras ser indultadas por la votación popular!