Si algo caracteriza a la laguna de Torrevieja es el color rojizo-púrpura de sus aguas, la gran concentración de sal que alberga y la belleza de los flamencos que utilizan el humedal como zona de descanso. La laguna está situada en la comarca alicantina del Bajo Segura, en el eje central del Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja.
Dentro del parque llama la atención el color de dos de sus lagunas, la laguna verde de La Mata y la laguna rosa de Torrevieja. Esta última debe su color al pigmento de algunas bacterias que viven en este medio acuático, el que pocas pueden vivir debido a la salinidad de sus aguas. Por cada litro de agua, hay unos 350 gramos de sal en la laguna, lo que podría compararse fácilmente con la salinidad del mar Muerto, el más profundo del mundo.
Es precisamente en este lago rosa donde se llevan a cabo las principales tareas de extracción de la sal, con una extensión de 1.400 hectáreas y un perímetro de 17 kilómetros. Sin embargo, la laguna verde de la Mata también tiene un papel fundamental en la creación del mineral, puesto que es ahí donde comienza su formación. Las aguas verdes calientan la sal y después esta pasa a través de un canal hasta la laguna rosada.
Pero aunque el color rosa chicle de sus aguas y el clima alicantino propicien darse un buen chapuzón, lo cierto es que el baño en la laguna está prohibido por cuestiones de seguridad. En primer lugar, para la protección de su ecosistema y finalmente, porque la extracción de la sal se lleva a cabo con maquinaria agrícola sumergida, y esto podría provocar que algún bañista sufriera un accidente.
La elevada salinidad de los suelos y el escaso nivel de precipitaciones, provocan que la vegetación sea casi inexistente. Solo algunas especies como las salicornias (juncos, salados y el albardinal) son capaces de sobrevivir en la superficie.
¿Pero quién vive bajo el agua? Las halobacterias o halófilos extremos son organismos que viven bajo el agua saturada o casi saturada de sal, y el color rojizo de las aguas se debe a las proteínas que hay pegadas en las membranas celulares de las halobacterias. Estos organismos unicelulares son los responsables de la existencia de la Artemia salina, un diminuto crustáceo braquiópodo (invertebrado), también de color rosado debido a que las halobacterias son su principal fuente de alimentación. Además, de los halófilos, el color de las aguas también es consecuencia de unas algas llamadas Dunaliella salina, un antioxidante natural utilizado en la cosmética.
En cuanto a la fauna, el lugar es conocido por ser una zona de paso y descanso para algunas aves acuáticas. Entre ellas, el águila pescadora, el zampullín cuellinegro, la garza real y finalmente, el flamenco común. Precisamente es esta última especie la que se alimenta de la rosada Artemia salina.
Destaca el apareamiento de 1000 parejas de flamencos en la laguna de Torrevieja el año pasado, lo que dio lugar al nacimiento de 600 nuevas crías. Un hecho único que según el director del Parque Natural de Las Lagunas de La Mata-Torrevieja, Francisco J. Martínez, “no se repetirá ni a corto ni a medio plazo” debido a la dificultad de reproducción de la especie. Aunque este año, los flamencos han vuelto a intentar nidificar en el mismo sitio que lo hicieron el año pasado.
Los visitantes no deben meterse dentro de la laguna rosada de Alicante, pero los reportajes fotográficos y el postureo sí que están permitidos (mejor no hacerlo en el interior de la laguna). Además, la particularidad del tono de sus aguas y un cálido atardecer forman el escenario perfecto para capturar un buen momento.
Asimismo, el Centro de Recepción de Visitantes del Parque Natural de las Lagunas de Torrevieja y La Mata informa al usuario sobre otras actividades que se pueden realizar en él como rutas a pie o en bicicleta. La localidad cuenta con otros lugares que merece la pena visitar como el museo del Mar y de la Sal, la playa de Los Locos, la cala Ferris o la torre del Moro, entre otros.