Torrevieja es el gran centro turístico del sur de Alicante por una dilatada historia de 60 años de promoción. Primero en el extranjero, gracias a una colonia escandinava. Y posteriormente por constituirse en el regalo estrella del programa 1,2, 3 de RTVE.
El origen de Torrevieja como asentamiento humano data de la época medieval, pero de entonces sólo quedan vestigios de campamentos de trabajadores aparejados a las torres vigías de la costa, la del "Moro" (en Cabo Cervera), la Vieja (de donde procede el topónimo) y la de la Mata. Fue justo antes de la Guerra de la Independencia, 1803, cuando el rey Carlos IV dio permiso para la constitución de un municipio.
La Corona quería traslada la producción salina desde Torrelamata a Torrevieja. Menos de cuarenta años después la población casi alcanzaba los 4.000 habitantes, repartidos en las dos ocupaciones de la zona: la sal y la pesca. A principios del siglo XX esa población se había duplicado, pero apenas progresó hasta los años 60 del siglo pasado, cuando se contabilizaban 9.500 vecinos.
Salinas de Torrevieja, foto histórica.
El primer contacto de la actual ciudad con el turismo se produjo en esos años, cuando una pequeña comunidad de suecos creó la "Colonia de las Lomas", cerca de la Torre del Moro. Impulsada por la familia de Nils Gäbel, se construyeron 150 casas pequeñas adquiridas y ocupadas por sus paisanos. Pero Torrevieja seguía siendo un pueblo pescador y salinero.
Barcas conduciendo la sal por las salinas de Torrevieja.
1, 2, 3, el 'boom'
Dos gobiernos municipales socialistas, de Rosa Mazón Valero (1983-1985) y Joaquín García Sánchez (1985-1988), pusieron las bases de lo que hoy es una urbe dinámica y moderna. No fue, sin embargo, hasta la llegada del PP al consistorio con el controvertido (en sus últimos años de mandato) alcalde Pedro Ángel Hernández Mateo (1988-2015), cuando los planos aprobados provisionalmente el 24 de febrero de 1995, se convirtieron en realidad.
Desde los inicios de la planificación hasta su aprobación, el hito fundamental para la conversión de un pueblo pesquero en una ciudad turística tuvo que ver con la promoción del destino "residencial" en el programa de televisón "1, 2, 3" de Chicho Ibáñez Serrador, presentado por Mayra Gómez Kemp
A dos promotoras fundamentalmente, con oficinas céntricas en Madrid, Masa Internacional y Justo Quesada, se les ocurrió que el regalo estrella de ese programa masivo que se emitía en prime time los viernes por la noche, fuesen sus apartamentos en Torrevieja. De su iniciativa se beneficiaron muchos otros.
Programa de RTVE, 1, 2, 3
"Se trataba de pisos muy pequeños, de 23 metros cuadrados con una habitación y cocina integrada en el salón. Eran el cebo, pero tenían algo insuperable: eran regalados", explica el abogado Joaquín Albaladejo, quien llegó a vender casas en aquellas promociones. Hace años se dedicaba entre otras cosas al negocio inmobiliario y terminó siendo diputado provincial y diputado nacional del PP por Alicante.
"Muchos estaban en el extrarradio, pero la virtud de Torrevieja es que alejarse del mar es acercarse a sus parques naturales de las salinas, por lo que la oferta era inmejorable", añade Albaladejo.
Tras la crisis inmobiliaria de 2008 algunas de esas promociones se vieron muy afectadas por el crack. Las casas habían cambiado de dueños y algunas zonas decayeron. El fenómeno de la okupación se instaló en los antaño preciados regalos televisivos.
Crecimiento continuo
En 1981 la población de la ciudad aumentó hasta las 12.300 personas. En 1991 se multiplicó hasta las 25.800. El crecimiento fue tan exponencial que en 2001 Torrevieja había vuelto a duplicar su población superando los 50.000 habitantes. y en 2011 se produjo un aumento similar, llegando a los 90.000.
Imagen aérea desde Guardamar hasta La Manga (Murcia).
Actualmente se consideran censados 84.600 vecinos, pero el porcentaje de población residente extranjera no ha dejado de crecer. Además, Torrevieja es la pieza central de un eje urbano que comprende casi desde Guardamar (a su norte) hasta Murcia, pasando por Orihuela Costa y Pilar de la Horadada.
Durante años se ha considero que el urbanismo de Torrevieja es caótico, aunque ha mejorado mucho en la última década. "Depredador con el territorio", recuerda que le decían Albaladejo. "Hoy, en plena pandemia, se ha demostrado que ha funcionado mucho mejor que poblaciones más concentradas", concluye.