El origen del Museo Valenciano del Juguete: 30 años protegiendo el patrimonio juguetero de Ibi
La institución ha sido una de las protagonistas de las Jornadas de Patrimonio Industrial de Alicante, organizadas por el Instituto Juan Gil-Albert.
23 septiembre, 2021 02:41Noticias relacionadas
El Museo Valenciano del Juguete está de aniversario por su 30 cumpleaños. Ya son tres décadas conservando, investigando y difundiendo el patrimonio juguetero de Ibi, pueblo reconocido a nivel mundial como centro español del juguete.
Este miércoles, la coordinadora del Museo Valenciano del Juguete, Pilar Avilés, y la técnico en el museo, Sofía Albero, han participado en la primera edición de las Jornadas de Patrimonio Industrial de Alicante, organizadas por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. 'Museo Valenciano del Juguete: 30 años cuidando el patrimonio juguetero' ha sido el nombre de esta ponencia, en la que se ha hablado tanto de la historia de la industria juguetera en Ibi, como del origen del museo. Además, la coordinadora ha querido hacer hincapié en la importancia de preservar la arquitectura industrial de la ciudad, haciendo referencia al propio edificio y sede del museo.
La casa del juguete
El museo, que alberga más de 5.000 ejemplares en sus almacenes (500 expuestos al público) permite viajar al pasado a aquellos que vivieron su infancia con un juguete de hojalata entre las manos, posibilitando a su vez, imaginar a los más pequeños como fue la infancia de sus madres, padres y abuelos.
Este centro del juguete, situado originalmente en una casa señorial, se inauguró oficialmente en 1990 gracias a la donación de juguetes que recibió el Ayuntamiento de la localidad por parte de los dueños de la cooperativa Payá, fábrica que originó el movimiento juguetero en Ibi, y un referente en toda España.
El proyecto tuvo tan buena acogida que pronto hubo que pensar en una localización definitiva para el mismo. Por este motivo, en 2013 deciden trasladar todos los juguetes hasta el edificio de la antigua fábrica de juguetes Payá, con la intención de ampliar el espacio y poder organizar más actividades para promocionar el patrimonio juguetero de la ciudad.
Pilar Avilés cuenta como esta gigantesca colección se creó sin la intención de convertirse posteriormente en el muestrario de un museo del juguete en Ibi, sino que más bien es el resultado de la colección que los fundadores de Payá fueron adquiriendo para estudiar y analizar los productos de la competencia.
Francia, Italia, Estados Unidos, Ibi y otras ciudades de España son algunos de los lugares origen de estos juguetes, que ahora forman parte de la historia del patrimonio industrial que tanto protege este museo. "Durante estos 30 años hemos ido recibiendo donaciones, sobre todo de particulares de toda España, no solamente Ibi, incluso también de alguna empresa local que ha cerrado en los últimos años y ha donado su propia colección", explica a EL ESPAÑOL Pilar Avilés.
El Caixonet de la Faena
El Museo Valenciano del Juguete ha presentado recientemente el 'caixonet de la faena', un proyecto didáctico que nace con el objetivo de llevar un muestrario de su colección a los colegios de toda la Comunidad Valenciana para que los estudiantes puedan aprender de la historia juguetera sin necesidad de acercarse hasta el museo.
El caixonet tiene la estructura del típico armario de trabajo, pero en el interior de los cajones no se encuentran herramientas, sino ejemplares de los juguetes más significativos del museo de Ibi, un recorrido por la historia de la industria juguetera que tiene un doble objetivo: divertir y educar a los más pequeños. "Mandamos el caixonet a aquellos centros cuyos alumnos no pueden venir o que desean una actividad de este tipo en su centro. Además, cuenta con un cuadernillo didáctico donde se dan todas las explicaciones, para que los profesores puedan explicarlo", añade Pilar Avilés.
Actualmente, la actividad en el museo se desarrolla con normalidad, pero cumpliendo con la normativa sanitaria frente a la Covid-19. Se permiten grupos de hasta 15 personas, excepto en el caso de las visitas escolares donde sí están permitidos los grupos burbuja. Para acceder a él, solo hace falta reservar en el caso de los grupos grandes.