La planificación de unas vacaciones o un nuevo contrato laboral en una ciudad alejada a la residencia habitual, son dos de las situaciones más comunes que obligan a una persona a buscar un piso de alquiler.
Internet y las redes sociales han hecho posible tareas que, hasta ahora, eran inconcebibles si uno no se encontraba en ese lugar y en ese momento. Pero, lo que puede ser una herramienta para comunicarse con personas que están a miles de kilómetros o incluso buscar una vivienda, también puede servir para cometer una actividad irregular: estafas inmobiliarias en la red.
El inspector jefe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en Alicante habla de que la utilización de viviendas 'gancho' para captar a personas que buscan una casa barata, de forma rápida es una actividad bastante frecuente en toda España, pero sobre todo en Alicante, donde el turismo vacacional multiplica este tipo de delitos.
Modus operandi
Los estafadores utilizan los portales inmobiliarios más populares de la red para captar a sus víctimas. Pisos increíbles a un precio por debajo del mercado y con 'todo' incluido son algunas de las características que, podrían indicar que se está ante una estafa.
En muchos de los casos, la conversación por la plataforma digital pasa a WhatsApp, un número particular comienza una conversación con la información sobre el supuesto piso y las condiciones para alquilarlo. Algunos de estos falsos caseros aseguran vivir lejos de la ciudad y piden un dinero por adelantado antes de enseñar la casa. Después, si el usuario pica, el o la estafadora lo deriva a una pasarela de pago, y cuando el dinero se deposita en la cuenta, el falso arrendatario desaparece y es imposible localizarlo.
¿Quién hay detrás?
El perfil del estafador es muy variado, puede ir desde un particular que reside en España, hasta grupos de personas que son de fuera. "La estructura más típica son las organizaciones criminales que, están fuera de España y tienen cuentas bancarias para recibir los ingresos o simplemente utilizan plataformas de pago como MoneyGram o Ria para poder recibir el dinero", explica el inspector.
Un hecho curioso que se repite en estas historias es que la persona que hay detrás del teléfono no quiere mantener una conversación telefónica. ¿Por qué solo se comunican por mensajería instantánea? Una de las razones podría ser que no sepan hablar español, otra posibilidad es que ni siquiera hayan visto la casa. " Si tú mantienes una conversación vocal con ellos enseguida lo vas a dejar al descubierto", explica el inspector.
"Las organizaciones están fuera de España y funcionan como auténticos call centers, tienes grupos de gente en una vivienda ubicada al saber donde. Y están ahí mandando mensajes o trabajando por email todo el tiempo", añade la UDEF.
El objetivo de toda transacción económica es que al final el dinero llegue a una cuenta bancaria. La identidad de esta cuenta es lo primero que investiga la policía para dar con el estafador. Pero, los ciber delincuentes también han pensado en ello, y en la titularidad de la misma se presentan tres opciones: documentación falsa, personas 'mula' o usurpación de la identidad. Esta última es una de las que se da con mayor frecuencia. El inspector jefe de la UDEF cuenta que las organizaciones criminales pueden hacerse con la información personal de una persona cuando esta pierde el DNI, pero también cuando envía sus datos personales a una oferta de trabajo falsa.
"Es la situación que más nos estamos encontrando. Y es una faena, sobre todo para ti que eres una víctima y tienes que demostrar que no has sido tú", afirma el inspector.
Consejos para evitarlas
Mejor prevenir que curar. El inspector jefe de la UDEF en Alicante ha dado algunas claves que pueden ayudar antes de que se cometa el delito, sobre todo a detectar los anuncios gancho. Lo primero es desconfiar de los precios atractivos, después comprobar el contacto; mirar si en internet hay alguna referencia sobre él. "Cuando los estafadores utilizan teléfonos móviles, suelen ser tarjetas prepago obtenidas con documentación de terceras personas (de nuevo se produce la usurpación)", explica.
Otra de las acciones que se pueden llevar a cabo antes de realizar el pago es pedir un certificado de titularidad bancaria a la persona. "Comprobar la dirección del alquiler y comunicarse siempre por telefonía vocal. Nunca se debe hacer una contratación únicamente hablando por mensajería instantánea o correo electrónico. Siempre hablar con la persona directamente. Y ya sería la leche no pagar nada antes de ver la vivienda", añade el inspector.
Las plataformas de pago como MoneyGram o Ria también pueden dar lugar a sospecha. Desde la policía insisten en la importancia de que haya constancia del dinero, sobre todo en cuentas españolas. "No es nada complicado pedir en catastro o pedir en el registro de la propiedad de la vivienda la titularidad para saber si lo que nos está contando es verdad. Todo es laborioso, pero también estamos vendiendo 2.000 o 3.000 euros a una persona", concluye el inspector.