Desde que comenzó la pandemia, Cruz Roja ha reforzado su labor de ayuda a las personas que ejercen la prostitución. Los voluntarios de la ONG saben que las mujeres y los hombres (que también los hay) prostituidos son un colectivo más vulnerable al coronavirus.
Cruz Roja Elche ha reforzado sus líneas de actuación con una labor más proactiva. Los voluntarios y voluntarias no se limitan a ofrecer su ayuda en las calles de la ciudad, sino que también buscan ellos mismos a aquellas personas que puedan necesitarles o se encuentren en una situación de peligro. Esta labor proactiva comienza con la localización de las personas prostituidas a través de su anuncio en páginas de citas u otras plataformas. Los voluntarios les llaman por teléfono, les explican que pertenecen a la organización y que quieren ayudarles.
Un kit anti-covid como regalo es la excusa que utilizan desde la ONG para invitar a este colectivo a visitar las oficinas de la organización. Tan solo dos de cada diez personas aceptan la invitación y van hasta allí, pero desde Cruz Roja insisten en que es una labor muy importante porque de esta forma pueden saber quiénes son, ganarse su confianza y enterarse si en algún momento sucede algo. Además, estas personas hablan de Cruz Roja a otras víctimas prostituidas que más adelante van a recoger estos kit provistos de mascarillas, toallitas, gel hidroalcohólico y otros productos sanitarios.
La llegada del coronavirus y el confinamiento del año pasado propiciaron el cambio en el modelo de negocio en todos los sectores de la economía. La prostitución también se ha visto afectada. Los clientes no estaban en la calle, y la forma más 'segura' de ejercer esta actividad era llevándola a cabo en pisos. Este fenómeno ha hecho más difícil el trabajo de la organización, acostumbrada sobre todo a buscar a estas personas en la calle y provisionarlas de preservativos y otros medios para evitar contraer enfermedades. "Son personas a las que si les pasa algo, no buscan ayuda", explica una empleada de Cruz Roja Alicante.
Una situación 'crónica'
Desde Cruz Roja explican como muchas de estas personas "han cronificado su situación", un hecho que también pasa con las personas sin hogar. El término crónico se refiere a algo que sucede durante un largo periodo de tiempo, generalmente una enfermedad. En algunos casos, se trata de hombres y mujeres que llegan a España con otra situación completamente diferente, pero después algo se tuerce y acaban ejerciendo esta actividad para sobrevivir.
Una voluntaria de Cruz Roja en Alicante recuerda en especial el caso de una mujer italiana que lleva muchos años en España y que fue hasta la ONG para solicitar ayuda. Ni siquiera tiene una casa y vive como en una especie de garaje o trasero. "Muchas veces nos encontramos con situaciones muy cronificadas", explican desde la ONG.
Otro tipo de perfil es el de las víctimas de trata y prostitución, personas que tienen un proxeneta detrás y a las que les cuesta mucho más pedir ayuda. Para detectar e intervenir en posibles casos de trata, Cruz Roja colabora con la Policía Nacional.
Cruz Roja destaca esta labor menos visible que llevan a cabo en Elche para contactar con las víctimas. "Es un trabajo más invisibilizado porque no abarca a muchas personas, pero es importante y estamos ahí", concluye una de las trabajadoras de la ONG en Alicante.