Alicante es mucho más que sus playas y sus localidades costeras. La provincia presume de contar con 5.816 kilómetros cuadrados, y en ellos hay espacio para parques naturales, castillos y fortalezas, y auténticos pueblos con calles que parecen sacadas de otra época. El pueblo bonito de Guadalest, los parajes naturales de Bañeres o el Castillo de La Atalaya en Villena hacen de la provincia una verdadera joya por explorar.
Banyeres de Mariola
Al norte de la provincia de Alicante, se encuentra Banyeres de Mariola, concretamente en la comarca de la Hoya de Alcoy. La localidad, que cuenta con poco más de 7.000 habitantes, es conocida por los molinos harineros y molinos papeleros, el Parque Natural de la Sierra de Mariola y el Castillo de Banyeres.
Banyeres de Mariola.
El Castillo de Banyeres de Mariola tiene unas vistas muy particulares porque desde lo más alto de la cima se divisan cuatro provincias (Alicante, Albacete, Murcia y Valencia). La fortaleza no ha sido reconstruida en su totalidad, por lo que todavía pueden verse los restos de su estructura original.
El río Vinalopó atraviesa esta localidad, conocida por su industria papelera, un hecho que explica que sus habitantes utilizaran el caudal del río y situaran alrededor de este diversas estructuras como los batanes y los molinos. Además, el municipio cuenta con El Molí l'Ombria, una zona recreativa desde la que comienza la Ruta dels Molins.
Guadalest
Faltan palabras para describir la localidad de Guadalest, uno de los pueblos considerados como más bonitos de España. El municipio, que cuenta con una población de poco más de 200 habitantes, forma parte de la comarca de la Marina Baja.
Guadalest.
Guadalest cuenta con el reconocimiento de Conjunto histórico-artístico desde 1974, y además está considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Entre los lugares que merece la pena visitar está su castillo, el centro histórico, los restos de la antigua fortaleza, la prisión medieval o el pantano de Guadalest. Además, si visitas la localidad también puedes aprovechar para dormir en el segundo hotel más romántico del mundo. Su nombre es 'Cases Noves', y es una auténtica pasada.
Relleu
A Relleu, situado en la comarca de la Marina Baja, se le conoce por ser uno de los pueblos con más cuestas de España. En 2018 contaba con 1118 habitantes, una cifra que es parte de su encanto por la tranquilidad y la naturaleza que allí se pueden apreciar.
Localidad de Relleu.
La localidad está rodeada por montañas. El 'Cabeçó d’Or', la sierra de la Grana, el Aguila y el impresionante Puig Campana, son algunas de las paradas imprescindibles para tu viaje.
En el interior del municipio, destaca la iglesia de San Jaime Apóstol (siglo XVII), la ermita de Sant Albert. Por supuesto, no podían faltar las diferentes vías ferratas como la del Figueret. Los visitantes suelen aprovechar para practicar barranquismo o ciclismo por la montaña.
Novelda
A tan solo 30 kilómetros de la ciudad de Alicante, se encuentra Novelda, un municipio con 25. 741 habitantes en la comarca del Medio Vinalopó, que destaca por tener uno de los conjuntos del modernismo más importantes de la provincia.
Novelda modernista.
Uno de los lugares que más representa al estilo modernista es el Santuario de Santa María Magdalena, situado sobre el cerro de La Mola. De su fachada destacan dos torres laterales de 25 metros de altitud que culminan con una cruz pétrea y una cúpula. Otra parada imprescindible es la del Centro Cultural Gómez-Tortosa, que muestra la estructura típica de las casas particulares de la época. El edificio tiene tres plantas y fue construido a finales del siglo XIX.
La Casa Museo Modernista es una de las viviendas mejor conservadas que cuenta con decoración modernista. Su arquitecto, Pedro Cerdán Martínez, la terminó de construir en 1903. Por último, el edificio residencial de la Casa Mira también destaca por ser una de las construcciones mejor conservadas de la época. Este es obra del maestro de obras noveldense Ceferino Escolano.
Biar
La localidad de Biar está considerada como otra belleza de interior. Nada más entrar al municipio, se puede apreciar su castillo. En él, los restos de la muralla, las torres medievales y algo del núcleo antiguo de la población. El acueducto Ojival es otra de las paradas que no pueden faltar si visitamos Biar, y sus vistas son impresionantes.
Biar.
En plena Sierra Fontanella encontramos el Santuario de Nuestra Señora de Gracia, también conocido como Santuario de Biar. Del interior de Biar llama la atención la plaza de la Constitución y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (S.XV).
Polop
Muy cerca de la turística Benidorm, está Polop. La localidad cuenta con algo más de 5000 habitantes, y destaca por su naturaleza tranquila y solitaria, todo lo contrario a Benidorm. Como la mayoría de localidades alicantinas, Polop también tiene castillo, y es una de las paradas obligatorias si la visitamos.
Polop.
La plaza de los Chorros o, para aquellos que buscan más la naturaleza, el Monte Ponoig, son las dos mejores opciones para conocerlo. Además, la gastronomía de la zona también destaca por utilizan alimentos de la montaña alicantina y los frutos del Mediterráneo.