Tres años de la desaparición de Henry en Orihuela: "A la Guardia Civil le ha venido grande el caso"
La familia de este joven, al que se le perdió de vista en el Año Nuevo de 2019 tras una pelea, se ha tenido que mudar de la ciudad "asfixiada" por el suceso.
3 enero, 2022 00:56Noticias relacionadas
Este pasado 1 de enero se han cumplido tres años de la desaparición de Henry Alejandro Jiménez Marín en Orihuela Costa. Tres años de búsqueda de este joven nacido en Cali (Colombia), pero también de incertidumbre y de resignación para una familia que ha tenido que poner tierra de por medio hace casi un año ante "la asfixia" que sentían en la capital de la Vega Baja.
"Me he tenido que ir porque no podía seguir allí", confiesa por teléfono desde Londres su hermano Andrés. Este chico de 28 años se encuentra en las islas británicas estos días de Navidad para visitar a su madre Georgina, instalada en esa ciudad. Él, en cambio, prefiere no decir dónde está viviendo.
Atrás queda el recuerdo del intento de dar con el paradero de Henry, entonces con 20 años, cuya voz de alerta la dio Andrés 24 horas después. "Empiezo a buscar a mi hermano el día 2 de enero cuando recibí una llamada de mi madre de que no daba con él y de que no había aparecido para comer", relata.
A la voz de alerta siguió la intervención del cuartel de la Guardia Civil de Pilar de la Horadada, que citó a los pocos días a los últimos testigos de este camarero en un restaurante libanés de la ciudad. Entre ellos, su compañero de piso, autor de una supuesta agresión a Henry cuando pasaban la Nochevieja en la casa de ambos.
"Él no pudo defenderse porque estaba bajo los efectos del alcohol y del LSD, como nos han dicho los testigos", rememora Andrés. Uno de ellos describió a la Guardia Civil cómo le pegó. Otro testigo afirmó que "el chico le estuvo pegando puñetazos por detrás y en la cara que sonaban como a petardos".
Henry decidió marcharse de su casa en esos momentos y ya en la calle estuvo con otros amigos sentados un rato. En un vídeo grabado, "se le ve que está bastante afectado y pide ayuda a su mamá, diciéndole que no estaba bien por lo que había tomado y no sabemos si también por los golpes recibidos".
Después, se le perdió la pista. La Guardia Civil dispone de todo el material que circuló aquella noche en los teléfonos móviles, incluido un mensaje de audio que Henry envió a Andrés para felicitarle el Año Nuevo. "Feliz año mi hermanito, te quiero mucho, cuídate un montón y por los más que nos quedan, hermanito, te quiero mucho”, dijo textualmente.
Para Andrés, esta es la prueba de que él no buscaba marcharse voluntariamente sin avisar. "Lo conozco mejor que nadie porque hemos pasado la vida entera juntos, y sé que nunca hubiera dejado a la familia así", afirma tras aclarar que estaban muy unidos, sobre todo desde pasaron seis años juntos en Colombia sin sus padres (su madre vino a España antes y de su padre apenas han sabido nada de él).
Críticas a la Guardia Civil
Andrés no oculta su malestar con los responsables de la investigación. "Después de 3 años, aún no sé qué están haciendo", avanza. A su juicio, "desde el primer momento han hecho cosas incorrectamente", como que todos los testigos que fueron a declarar el 3 de enero al cuartel "los dejaron estar en un corro". "Salía uno de declarar y se juntaba con el resto para que el siguiente dijera la misma versión", asegura.
"Sinceramente, pienso que al cuartel de Pilar de la Horadada le viene grande el caso, no están capacitados para algo así porque les falta predisposición", sostiene este estudiante de Arquitectura. Preguntada a la Guardia Civil, responden que a día de hoy la búsqueda de Henry "sigue activa" en el marco de una operación "con secreto de las actuaciones".
"Algo huele mal"
"Considero que las personas que estaban con él saben más de la cuenta y por la forma que han tenido de ocultar cosas desde el primer momento algo huele mal", insiste Andrés. Por ello, tacha de "extraño" que las familias de los amigos de Henry, sus madres o padres, no se hayan dirigido a ellos cuando se supo la noticia. "Imagino que saben alguna cosa porque no es normal", asegura. "Si esto le pasa a otro chico lo primero que hubiese hecho yo es dar la cara y decirles que les ayudaríamos en todo", concluye.
Por ello, les pide a esos chicos que estuvieron con Henry "que si se les remueve la conciencia y quieren ayudarnos, pueden hacerlo hasta anónimamente y que no tengan miedo y que si saben algo que, por favor, lo digan".
La depresión
Las secuelas de la desaparición de Henry son notorias en una familia que no ha podido pasar página. "Creo que mi hermano, para desgracia nuestra, ya no está", responde Andrés. "Mi madre, en cambio, sí cree que pueda volver a nuestras vidas y a mí me rompe el corazón solo pensarlo".
¿Conserva alguna esperanza esta familia que se desvivió en su momento para encontrarlo, logrando que una parte de la sociedad civil estuviera durante meses ayudándoles? "La única esperanza que tengo es la de saber al menos qué le ha pasado y que tenga un sitio para descansar", sostiene este joven.
"Pienso que hemos tenido la suerte de vivir con él todo el tiempo y eso me ayuda", dice. "Pero si supiéramos algo más así podríamos centrarnos en la peque", explica en alusión a su hermana de 9 años.
"Mi hermana sabe absolutamente todo, no le hemos querido ocultar nada y mejor que se enterara por nosotros". ¿Cómo lo lleva ella? "Aunque lo echa de menos, es una persona muy fuerte, consuela muchas veces a mi madre y a mí, y es la razón de seguir así porque si ella no estuviera yo estaría en la cárcel o en algún sitio".
¿Y cómo está Andrés? Cuenta que en el primer año de la desaparición de su hermano, "no tuve tiempo ni para pensarlo, solo estuve buscándolo sin parar". Su estado de ánimo cambió en el segundo. "Es cuando entré en una depresión que no sabía cómo salir". Ahora sigue yendo a terapia "porque no he encontrado la forma de superar algo que sé que no voy a superar sin haberlo encontrado".
Andrés y Georgina quieren convocar a las numerosas personas que les han estado ayudando, "y por las que estaremos siempre muy agradecidos", a una nueva concentración el próximo sábado 8 de enero a las 18 horas en la plaza de la Constitución de Torrevieja, donde ambos acudirán para reclamar que Henry no quede en el olvido tres años después.