Un estudio de Elche asegura que los testigos de maltrato denuncian más si creen que la mujer será protegida

El freno a la violencia machista implica un cambio de mentalidad sobre cómo se percibe y cuándo se denuncia. Por eso, un estudio de Elche refleja la importancia de abordar otra perspectiva más centrada en la protección de las víctimas que en la necesidad de concienciar a los testigos. Y más teniendo en cuenta que no llegan ni al 2 % las que proceden del entorno familiar.

El estudio del Centro Iguala concluye que los testigos de episodios de violencia machista denuncian más ante las fuerzas de seguridad si tienen la convicción de que las víctimas serán protegidas de los maltratadores. Esta es una de las conclusiones de esta empresa ubicada en el parque científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y que han publicado en la revista internacional Violence Against Women Journal, como recoge Efe.

El trabajo partía de la hipótesis de que la actitud de la persona hacia el hecho de interponer una denuncia era la principal limitación. Hasta el punto que dependía de cómo de bueno o de malo le parecía informar a las autoridades de los casos de violencia de género.

Los resultados, sin embargo, señalan dos principales causas de los testigos para no poner los hechos en conocimiento de la autoridad. La primera que indican es la falta de certeza de que la víctima reciba la protección necesaria, si no la hay se reduce la intención de declarar, y la segunda está en las dudas sobre la capacidad de ayudar. 

Cambiar enfoque

La cofundadora del Centro Iguala Ainara Nardi ha destacado la "sorpresa" de que la actitud no sea uno de los factores limitantes. Y ha valorado las medidas de concienciación implantadas en los últimos años con el argumento de que han logrado "instaurar una posición de rechazo hacia la violencia de género".

Aun así, ha indicado que las campañas de sensibilización se centran en modificar la actitud de las personas para que denuncien cuando, en palabras de Nardi, habría que cambiar el enfoque, ya que "tener una buena actitud no asegura que denuncien finalmente".

"Estas personas necesitan sentirse seguras ante la respuesta de las autoridades y ante sus propias capacidades", ha indicado. Para ello ha propuesto la creación de nuevas campañas dirigidas a potenciar la seguridad de las personas a la hora de denunciar.

En esas propuestas que ofrece Nardi se plantea que las acciones de difusión pongan el foco en aspectos como los recursos que se van a emplear para proteger a las víctimas o el modo en que se les va a ayudar. También apuesta por dar visibilidad a aquellas personas que hayan sido testigos de casos de violencia de género y se hayan atrevido a denunciar, puesto que "genera así un efecto dominó positivo en la sociedad".