Cinco años y medio de prisión por abusar diariamente de su hija de seis años en Alicante
La Audiencia condena al padre por cometerlos continuamente durante seis años hasta provocar a la menor graves episodios de ansiedad.
26 enero, 2022 11:36Noticias relacionadas
La Audiencia de Alicante ha condenado a cinco años y medio de prisión a un hombre de 52 que estuvo abusando sexualmente de su propia hija durante seis años. La sentencia dictada concreta que los abusos se mantuvieron entre 2008 y 2014, empezando cuando la víctima tenía seis años y hasta que alcanzó la pubertad y denunció.
La sentencia del tribunal de la Sección Tercera a la que ha tenido acceso Efe, especifica que los episodios de abusos se produjeron en forma de tocamientos de los genitales de la menor. Estos se produjeron en el domicilio familiar, donde el acusado y su hija convivían junto a la madre de la menor y otros dos hijos.
El padre condenado empezó a cometer sus delitos con 38 años, según el texto judicial, aprovechando cuando la menor se encontraba sola, "tumbada en la cama de alguno de los dormitorios de la vivienda, lo cual generalmente coincidía con el momento de la siesta o tras la cena". Y así siguió haciéndolo durante esos seis años "de forma sistemática, prácticamente a diario".
El tribunal considera probado que, en esos momentos y prevaliéndose de su relación paterno filial y "movido por sus más primitivos y deplorables instintos lúbricos", el padre se tumbaba junto a la menor, se tapaba con las sábanas para no ser descubierto, y deslizaba su mano por debajo de la ropa interior de su hija para palparle los pechos y los genitales.
Ansiedad y parálisis
Esos tocamientos continuaban hasta que algún otro miembro de la familia accedía al dormitorio. La menor, por su parte, no se resistía "al quedarse paralizada por el estupor y el miedo que le provocaba la situación", sin atreverse a oponerse a los actos de su padre, más allá de intentar girarse para que no la alcanzara.
La sentencia detalla, además, que la menor comenzó a sufrir ataques de ansiedad como consecuencia de esos abusos tras adquirir conciencia de su naturaleza sexual, hasta el punto de requerir el ingreso hospitalario en al menos dos ocasiones.
En su declaración, la hija aseguró que, al principio, ella percibía los tocamientos como una rutina y sin saber que estaba mal, aunque explicó que "comenzó a darse cuenta de que no era normal cuando, en sexto de primaria, le pusieron en el colegio vídeos sobre violencia de género y educación sexual".
En esta línea, dijo que, en primer lugar, explicó lo que sucedía a una amiga de mayor edad. Esta fue quien le animó a contar lo que le pasaba a algún adulto de su confianza, lo cual hizo que acabara confesando a su madre, después de sufrir uno de los episodios de ansiedad. Y así la progenitora presentó denuncia contra el acusado en dependencias de la Guardia Civil de Calpe, el último municipio al que la familia se había trasladado.
La sentencia
El acusado negó los hechos durante el juicio, entre el 20 y el 21 de diciembre, pero el tribunal confiere credibilidad al relato de la víctima, que ahora ya ha superado la mayoría de edad.
La sentencia impone al acusado la pena de cinco años y medio de privación de libertad como autor de un delito continuado de abuso sexual y añade otros seis años de libertad vigilada, así como una indemnización de 15.000 euros a su hija.