La Costa Blanca de Alicante es el lugar que muchos turistas eligen para pasar las vaciones disfrutando del clima mediterráneo y las aguas color turquesa de sus playas. La provincia cuenta con más de 244 kilómetros de costa. Sin embargo, la gran afluencia de visitantes en verano, hace que no podamos sacarle provecho a la visita o incluso a veces no se pueda ni acceder.
Hay lugares como la cala del Moraig en Benitachell o la isla de Tabarca que multiplican su belleza en primavera, una época en la que suele hacer buen tiempo pero sin la presencia de tanta gente.
Aquí te dejamos algunas de las calas y playas más bonitas de la provincia. Y si te animas, ¡no te olvides de llevar el bañador! Además, para los que viajan con mascota, la provincia cuenta con hasta 9 playas petfriendly.
Cala Baladrar, Benissa.
La cala del Baladrar en Benissa es conocida en el municipio como la 'preciosa puerta al Mediterráneo'. A menos de media hora en coche de la turística ciudad de Benidorm se encuentra esta localidad perteneciente a la Marina Alta, la zona con los paisajes más espectaculares de toda la provincia. Esta cala, de cantos rodados, era originalmente parte del barranco 'Sesters', y está dividida en dos: el Baladrar y la Goleta.
¡Cuidado con el vértigo! Allí hay un acantilado de 30 metros de acanaladuras, del que se ha desprendido una roca, a la que han apodado La Polida. Sus aguas son cristalinas y poco profundas, ideales para la práctica de buceo y otros deportes marinos.
Cala de la Granadella en Jávea.
Muy cerquita de la cala Baladrar se encuentra la cala Granadella, situado en el término municipal de Jávea o Xàbia, en valenciano. Un precioso rinconcito de aguas cristalinas, a la que se puede acceder a través de una carretera con el mismo nombre. En verano suele estar muy concurrida debido a que es una cala muy pequeñita. Los visitantes suelen aprovechar para hacer deporte: esnórquel en sus aguas o una caminata a través de la ruta del Castell de la Granadella.
Cala Barraca o del Portitxol, Jávea.
La cala Barraca o del Portitxol también está situada en la localidad de Jávea. Se trata de una cala de aspecto rústico (arena de grava y roca). Está situada entre el Cap Prim y el Cap Negre. Para llegar hasta ella se puede hacer en coche desde la carretera del Cabo de la Nao o a pie desde el mirador de la Cruz. Sus vistas son maravillosas no solo por el color de sus aguas, sino porque frente a la Barraca está la isla del Portitxol, conocida por su gran valor a nivel botánico y arqueológico.
Cala del Moraig, Benitachell.
Seguimos en la comarca de la Marina Alta, pero esta vez para hacer una parada en la cala del Moraig, una de las zonas de baño más concurridas en verano. El aspecto paradisiaco de sus playas, sus aguas azul turquesa y los cantos rodados son algunos de sus principales atractivos. Pero, no los únicos porque en su interior se encuentra la Cueva de los Arcos, una cavidad formada por diferentes arcos que la conectan directamente con el mar. El lugar, que empezó a conocerse como la cueva de los peces el año pasado, viralizó en redes sociales. El aforo de Moraig es limitado, por lo que mejor visitarla en temporada baja.
Atardecer en el Racó del Conill, Villajoyosa.
La cala naturista del 'Racó del Conill' está situada entre los acantilados de la 'Colada de la Costa' en el término municipal de Villajoyosa (Marina Baja). Destaca por ser una playa de cantos rodados y arenas, que está a tan solo 3 kilómetros del centro urbano de la localidad. El Racó del Conill, con una longitud de 160 metros, está dividida en dos por una "lengua de roca", y presume de ser una de las playas más antiguas de tradición nudista de la zona. Aunque actualmente no todo el mundo va desnudo, sino que la mayoría de bañistas lleva el bañador.
Una de las favoritas de los amantes del buceo porque cuenta con su propia ruta de esnórquel para disfrutar de sus execelentes aguas turquesas y sus riquísimos fondos marinos.
Playa de Tabarca, Alicante.
La playa de Tabarca está en la única isla habitada de la Comunidad Valenciana, con el mismo nombre. Los turistas llegan hasta ella en barco, generalmente desde Santa Pola, el punto más cercano. Se trata de un pequeño archipiélago, de unos 1.800 metros, compuesto por cuatro islotes: Tabarca, La Cantera, La Galera y la Nao.
La zona está considerada como Reserva Marina de interés pesquero desde 1986, y su pradera cuenta con la posición de Posidonia oceanica. Sin duda, hermosas playas en mitad del mar.