Una moción de censura porque no existía estabilidad en Orihuela y preocupado por la entrada de Vox en un gobierno autonómico. Así ha descrito el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la situación política de ambos escenarios en su visita a Alicante.
El también líder de los socialistas en la Comunidad Valenciana ha querido abordar la moción de censura que se ha presentado en la capital de la Vega Baja como una decisión que se ha tomado en el "ámbito local". Eso sí, desde su perspectiva de presidente del Consell ha asegurado que desea "estabilidad en todos los ayuntamientos y en todas las instituciones de la Comunitat Valenciana".
Y esa es la clave con la ha definido la situación en la que se encontraba el Ayuntamiento presidido por el popular Emilio Bascuñana. "Al parecer, no existía esa estabilidad y lo que hay que propiciar es que haya estabilidad", ha subrayado. Una reflexión con la que ha puntualizado inmediatamente que el Consell "dialogará y trabajará con cualquier Ayuntamiento más allá del signo político".
Orihuela espera ahora los plazos oficiales para el pleno en el que se votará esta moción de censura liderada por Carolina Gracia del PSOE. Esta cuenta con el apoyo de Cambiemos Orihuela y la incorporación de Ciudadanos, que hasta el 6 de abril estaba en el equipo de gobierno con el Partido Popular.
Preocupado por Vox
La moción de censura no es la única cuestión de ámbito político en la que ha atendido Ximo Puig antes de asistir a la toma de posesión del nuevo presidente del puerto de Alicante, Julián López Milla, como recoge Efe. La incorporación de Vox en el Gobierno de Castilla y León es una cuestión que le "preocupa".
El presidente de la Generalitat ha afirmado en referencia a la previsible entrada de Vox que "normalizar la extrema derecha en los gobiernos no es una buena noticia nunca". Con la entrada del partido dirigido por Santiago Abascal en el nuevo gobierno del popular Alfonso Fernández Mañueco se espera que dirijan las áreas de Agricultura, Industria y Cultura.
"Esta cuestión que se hace hoy no es homologable a ningún país europeo, donde la extrema derecha está situada en la marginalidad", según ha razonado el presidente valenciano. Este ha explicado que eso se debe a "sus contenidos xenofóbicos y que tienen que ver con el desprecio a la violencia de género hacen muy incompatible una convivencia sana". Y ahí ha reiterado que "dejar el gobierno en manos de aquellos que no tienen en su ideario una defensa clara de los Derechos Humanos" le "preocupa, claro".