Abraham Viña es el propietario de Rincón de Viña, un pequeño negocio situado en el Mercado Central de Alicante, que está especializado en los mejores caldos de la provincia y productos 'gourmet' de pequeñas bodegas españolas. Con más de 60 referencias alicantinas, este miembro de la Asociación de Sumilleres de la Provincia de Alicante (ASPA) asesora a sus clientes para que se lleven la mejor opción, que no tiene porqué ser la más cara. 

Rincón de Viña forma parte de la Ruta de Vinos de Alicante y además es todo un referente de sostenibilidad en el Mercado Central, ya que obtuvo muy buena puntuación en el 'Estudio de Sostenibilidad de los Mercados Municipales de la Ciudad de Alicante', de Econet. Junto a otros negocios como el ganador de la categoría 'Otros', Espliego Ecológicos del Mercado Central. 

Hace dos años Abraham Viña dejó su trabajo de toda la vida en logística para hacer realidad su pasión: abrir su propio negocio centrado en el vino. Eso sí, no le valió cualquiera. Prefiere ante todo el producto de proximidad. Y si es alicantino, exclusivo o de alguna pequeña bodega, mejor que mejor. En concreto, el 50% de sus productos cuentan con la Denominación de Origen Alicante DO. 

Vino para todos los bolsillos

El experto en vinos es también formador homologado, lo que le aporta cierta ventaja a la hora de asesorar a sus clientes sobre vino. "Hay un vino adecuado para cada ocasión". En su tienda encontramos vinos que van desde los 6 euros hasta los 41 euros, accesibles a todas las carteras. Describe que no siempre lo caro es lo mejor porque depende de muchos aspectos como la situación en la que se vaya a beber esa botella, la compañía, y por supuesto, el gusto del cliente. "Con un precio de entre 15 y 25 euros encontramos vinos muy buenos", explica. 

A voz de pronto, Viña destaca 'Veneno', de Pepe Mendoza, porque son vinos que se hacen con una materia prima de "mucha calidad" y de una forma "casi artesanal". También recomienda 'Arbui', de Bodegas Alejandro porque en su terreno cuenta con viñedos "centenarios".

El propietario de Rincón de Viña aclara: "Busco bodegas pequeñas e intento salirme de lo que son las grandes producciones. Soy de vender vino hecho más en la tierra que en la bodega".

El cuestionario clave

Preguntamos al experto como distinguir el buen vino del mediocre. Viña insiste en la idea de que no existe el buen vino y el malo, sino que la clave está en acertar con cada momento. También nos habla de 'training' porque para él hay que entrenar para aprender a reconocer lo que nos gusta.

Por ello, cuando un principiante se acerca a su puesto buscando algo, pero sin saber muy bien el qué. Él le hace una especie de cuestionario con preguntas como: la frecuencia con la que el cliente consume vino, el momento, si estará solo o en compañía, sus gustos y cuál será el plato al que acompañará la bebida. "El vino sirve de entrenamiento para todos los sentidos", concluye.