Cinco pueblos de la Comunidad Valenciana, entre los más mágicos de España

Más un centenar de localidades españolas forma parte de la iniciativa de Pueblos Mágicos, que impulsa el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales (IDL). De ellos, solo cinco pertenecen a la Comunidad Valenciana, más concretamente dos a Castellón, y tres a la provincia de Valencia. Por el momento, ninguno de Alicante. 

Con esta iniciativa, la organización sin ánimo de lucro pretende poner en valor sus recursos locales impulsando el desarrollo turístico local. Para la selección de los pueblos mágicos, se tienen en cuenta diferentes áreas de trabajo como la calidad de vida, urbanismo, patrimonio, fiestas y tradiciones, gastronomía y productos locales, paisajes, naturaleza, entre otros.

En la edición 2023, ha sido elegido como pueblo mágico Icod de los Vinos (Santa Cruz de Tenerife), el premio al Turismo Rural para Portomarín (Lugo), y el de Valoración del Patrimonio Histórico para Madrigal de las Altas Torres (Ávila). La web de Pueblos Mágicos de España ofrece un mapa con las regiones y sus localidades, que forman parte de esta red.

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Descubre la magia

1| Mascarell

Mascarell (Castellón).

El único pueblo de la Comunidad Valenciana completamente amurallado. Mascarell se encuentra en la provincia de Castellón, muy cerca de Nules. Tiene poco más de 200 habitantes, pero es una auténtica joya medieval. La localidad está considerada desde 1995 como Bien de Interés Cultural. Si visitas Mascarell, no te olvides de hacer una parada en su iglesia parroquial, de finales del siglo XVII, y en la casa consistorial, de finales del siglo XVIII. 

2| Bocairent

Covetes dels Moros en Bocairent (Valencia).

Un pueblo excavado en la roca. A tan solo una hora en coche se encuentra este mágico rincón, que ya forma parte de la provincia de Valencia. Con poco más de 4.000 habitantes, Bocairent es conocido por sus callejuelas empinadas, sus ruinas medievales, así como por la gran variedad de museos que alberga. Entre las paradas imprescindibles también están las Covetes dels Moro, orificios o habitaciones que salen de la pared de la roca de la montaña. Sin embargo, las sorpresas no acaban aquí porque como su casco histórico está excavado en roca, hay diferentes túneles 'secretos' que conectan varios puntos de la localidad.

3| Montesa

Castillo de Montesa (Valencia).

La localidad de Montesa en Valencia se encuentra entre los sistemas ibéricos Serra Plana i el Prebético, donde se eleva la Serra Grossa. Los árboles frutales y los cítricos protagonizan el paisaje de esta localidad, de poco más del millar de habitantes. Merece la pena conocer su castillo, de origen íbero-romano, que fue sede de la única orden militar y religiosa del Reino de Valencia. Entre los lugares más visitados, también están la Casa de la Vila, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, la Casa Abadía y el Museo Parroquial.

4| Nules

Nules (Castellón).

En la comarca castellonense de La Plana Baixa, se encuentra Nules, un pueblo mágico de poco más de 13.000 habitantes. Su prestigio se lo debe a la belleza de sus playas, como L’Alcúdia, Les Marines y El Bovalar. Pero no solo eso, sino que también merece la pena subir hasta el Puntal de Nules, una cima que destaca por su altura diferenciada. Muy cerca de Nules, la Sierra de Espadán ofrece bellos paisajes en los que querrás perderte. Aprovecha la visita para conocer también Mascarell, uno de los pueblos mágicos de España separado por un kilómetro de distancia.

5| Simat de la Valldigna

Monasterio Valldigna.

Una de las poblaciones desde las que descubrir los tesoros de La Valldigna. Simat de la Valldigna es una localidad de poco más de 3.000 habitantes, que se encuentra en la provincia valenciana de La Safor. Descubre su monasterio, la capilla de la Mare de Déu de Gràcia o la antigua Mezquita de la Xara, ahora convertida en la Ermita de Santa Anna. En el interior del pueblo está la Font Gran y su encantador lavadero, que marca el inicio de la ruta del agua hasta el río Vaca. Pero si quieres ver toda su magia, que no se te olvide visitar la zona de la Font de Cirer para contemplar el paisaje desde su mirador.