Joaquín Gangoso Ribes es el presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil y uno de los vecinos afectados por el ruido, que reside en el casco antiguo de Alicante. Tras unos días de vacaciones fuera de su domicilio habitual y desconectado hasta del grupo de WhatsApp que comparte con sus vecinos, la vuelta a la rutina le ha devuelto a la realidad: "Esto es desesperante", describe.
Para Gangoso, como para el resto de vecinos de la zona conocida como El Barrio, todos los días de la semana son iguales. Los pubs que tienen bajo sus casas abren los siete días de la semana hasta las 4h de la madrugada con el consecuente bullicio. Con el amanecer, la situación no mejora, pues al ruido lo sustituyen los restos de botellón, de vómitos y hasta de pis y heces en las calles. "He tenido que pegar las flores al suelo para que no se las lleven por la noche", describe.
La situación es tan insostenible que algunos vecinos se han visto obligados a "vender sus casas", mientras que otros soportan la situación como pueden. Algunos con tapones para los oídos y otros con pastillas para hacer frente a la ansiedad y a la impotencia que llevan años sintiendo. Es por este motivo, que desde la asociación de vecinos Laderas del Benacantil repiten que la única solución es la "reducción de los horarios" de los pubs.
La asociación de vecinos Laderas del Benacantil cuenta entre sus miembros con algunos restaurantes, hoteles y apartamentos turísticos, por lo que "el problema no es con el ocio". Gangoso asegura que muchos de estos establecimientos que permanecen abiertos hasta tarde "no cumplen con la normativa". Pone de ejemplos, la unión de las mesas o que no se cierre la puerta de los bares, permitiendo la salida del ruido al exterior.
La Concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Alicante llevó a cabo en diciembre del año pasado diferentes mediciones acústicas durante tres semanas seguidas, las 24 horas y en 3 puntos específicos. El resultado es que se superaba en más de 20 decibelios el máximo permitido por ley. "La Policía viene y les multa, pero les da igual porque las multas son ridículas", afirma.
Desde la asociación Laderas del Benacantil reconocen y agradecen el trabajo del concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, con quien ya se han reunido en diferentes ocasiones. Sin embargo, para Gangoso y el resto de vecinos "no es suficiente". Insisten en la reducción de horarios, así como esperan la tramitación de la Zona Acústica Especial (ZAS).
Desde 2018, el casco antiguo tiene la denominación de Zona Protegida Acústica Especial. En abril de 2023, el Ayuntamiento de Alicante aprobó provisionalmente la nueva Ordenanza de Protección Contra la Contaminación Acústica y Vibraciones, que incluía nuevas definiciones de zonas, planes y mapas acústicos, aislamientos, medidas de control y sistemas de alarma, información y transparencia con carácter actualizado y permanente.
En diciembre de 2023, el Consistorio presentó el borrador del proyecto del Plan Zonal de Protección Acústica Especial del Casco Antiguo (ZPAE), que incluía algunas medidas correctoras. Este documento plantea regular el régimen limitativo de implantación o modificación de las actividades generadoras de ruido, la limitación de horarios de cierre en esas actividades y otras medidas de carácter general con el fin de reducir progresivamente la contaminación acústica hasta los niveles establecidos por la normativa vigente.
Sin embargo, los vecinos de Laderas del Benacantil aseguran que de momento no se han tomado medidas reales para regular la situación y que recientemente se le ha informado de que "se está tramitando que pasemos a ser una ZAS". Por lo que, creen que la reducción de horarios es la "única medida constatable" para que los vecinos puedan descansar.
El pasado 25 de julio, el Ayuntamiento de Alicante aprobó la nueva ordenanza de vía pública. Con el acuerdo de PP y Compromís, se garantizan los puntos violeta y se adelanta el cierre de los veladores en media hora.
El pasado martes, el vicealcalde y edil de Medio Ambiente, Manuel Villar, anticipó la cuenta atrás para el control del ruido tanto en el centro como en el casco antiguo, relacionadas con la implantación de dos Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS). El portavoz del Gobierno indicó su intención de mantener en los próximos días una reunión con los representantes del ocio alicantino para dar a conocer la situación.