Alicante es la quinta ciudad de España con más población gitana. Según la Fundación del Secretariado Gitano, esta ciudad cuenta con entre 6.000 y 9.000 vecinos de origen calé. Más de 65.000 personas si se tiene en cuenta la totalidad de la Comunidad Valenciana.

Entidades como la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de la Comunitat Valenciana (FAGA) trabajan por la defensa y promoción del pueblo gitano, a través de la participación activa del colectivo en su propio desarrollo. Constituida en 1989, FAGA es la organización más antigua de todo el territorio valenciano.

"El objetivo de la entidad es la promoción integral del pueblo gitano, a través de distintas áreas, como salud, empleo, mujer, educación, vivienda y el anti gitanismo". Así lo explica la coordinadora de FAGA en Alicante, Pilar Fernández. A su lado, se encuentra otra de las coordinadoras, Sally Cortés. Juntas se encargan de promover el empoderamiento entre las mujeres gitanas.

Empoderamiento femenino

Desde FAGA Alicante tienen un área específica dedicada a la mujer, con diferentes talleres y cursos. Pilar Fernández destaca una actividad sobre gestión emocional, en la que las participantes describían con total libertad sus sentimientos. Así como el taller de costura, que va más allá de que las participantes desarrollen una nueva habilidad.

"El simple hecho de manejar una máquina de coser, es un reto para ellas. Pero el objetivo no es que se hagan una falda preciosa, sino demostrarles que son capaces de conseguir algo que ellas veían imposible".

Pilar y Sally, referentes

Pilar Fernández, de 44 años, y Sally Cortés, de 40 años, son dos referentes para el resto de mujeres gitanas. Ambas tienen cargas familiares, trabajan y tienen estudios. En el caso de Fernández, es mediadora educativa en la entidad y estudiante del grado de Sociología en la Universidad de Alicante (UA).

Su compañera, coordinadora del equipo educativo de FAGA, está graduada en Filología Hispánica. Además, la benidormense es autora de cuentos y novelas, como 'Alas' o 'Cuando callan las estrellas'. 

"Son cosas sencillas y cotidianas que ellas se vean capaces de que lo puedan hacer; eso es el empoderamiento de la mujer gitana para nosotras", describe Fernández. Por su parte, la filóloga habla de un "efecto dominó" entre las chicas, ya que "se contagian" unas a otras las ganas de mejorar.

Desde EL ESPAÑOL de Alicante preguntamos a la coordinadora de FAGA cómo ha evolucionado el papel de la mujer gitana en los últimos años. "El cambio lo he visto sobre todo en educación". Hace unos 15 años, cuando Sally se preparaba el acceso a la universidad, la idea de estudiar una carrera era algo atípico en el pueblo gitano. "Se veía como algo inalcanzable", explica Fernández.

"Con el paso del tiempo, hemos ido viendo cada vez más mujeres gitanas, casadas y con hijos preparándose el acceso a la universidad", añade.

Sally insiste en que de todos los estudiantes gitanos que hay en la universidad, más del 80% son mujeres. "Después, los hijos de esas mujeres el tema de estudiar lo dan por supuesto, como algo más que tienen que hacer".