Imagen de una croqueta servida en un restaurante, Shutterstock.

Imagen de una croqueta servida en un restaurante, Shutterstock.

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El ingrediente de las abuelas valencianas para que las croquetas estén de rechupete: un plato sencillo y proteico

Alicante
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Las croquetas son ese plato que a todo el mundo gusta. Y si alguien dice lo contrario, significa que no es de fiar. Con jamón y queso, pollo picado, bacalao, de cocido. Hay tantas variedades de croquetas como ingredientes. Pero, lo mejor es que les añadas lo que les añadas, siempre están riquísimas.

Pero, ¿y si te dijéramos que el secreto para que las croquetas te salgan de rechupete está en un ingrediente marino? Las abuelas valencianas lo saben bien: la gamba roja de Dénia, ese manjar del Mediterráneo que ha conquistado hasta los paladares más exquisitos. 

Este marisco, considerado uno de los productos estrella de la provincia de Alicante, no solo aporta sabor, sino también un extra de proteínas.

Al incluirlo en las croquetas, se consigue un plato que combina lo mejor de la tierra y el mar, un bocado suculento y sofisticado que transforma un plato sencillo en una experiencia culinaria inolvidable.

Las croquetas de gamba roja se han popularizado en los últimos años, especialmente en las cocinas de los restaurantes más prestigiosos de la terreta. Pero no hace falta ser chef para poder disfrutarlas en casa.

Solo necesitas un poco de paciencia, ingredientes frescos y, por supuesto, la estrella del plato: la gamba roja de Dénia. ¿Te animas a probar esta deliciosa versión?

Ingredientes (20 croquetas)

  • 300 g de gambas rojas de Dénia (puedes usar gambas pequeñas si no encuentras las más grandes)
  • 1 litro de leche entera
  • 80 g de mantequilla
  • 80 g de harina de trigo
  • 1 cebolla pequeña finamente picada
  • 1 diente de ajo picado
  • Aceite de oliva virgen extra (para saltear las gambas)
  • Sal al gusto
  • Pimienta blanca al gusto
  • Nuez moscada al gusto
  • 3 huevos (para rebozar)
  • Pan rallado (para rebozar)
  • Aceite de girasol (para freír)

Preparación de las gambas

Pela las gambas rojas y reserva los cuerpos. Con las cáscaras y cabezas, haz un caldo. Después, fríe las cabezas y las cáscaras en un poco de aceite de oliva para sacarles el sabor, y añade agua (unos 500 ml). Cocina durante unos 15 minutos y luego cuela el caldo.

Gamba roja Dénia.

Gamba roja Dénia. ShutterStock.

Base de la bechamel

En una sartén grande, derrite la mantequilla y añade la cebolla picada. Sofríe a fuego medio hasta que esté dorada y transparente.
Agrega el ajo picado y cocina durante 1-2 minutos más.
Añade las gambas peladas y saltea ligeramente. Retíralas y resérvalas para después.

Preparación de la bechamel 

En la misma sartén, añade la harina y cocina durante unos 2-3 minutos removiendo constantemente para que no se queme. Esto es clave para que no quede sabor a harina cruda.

A continuación, vierte poco a poco la leche caliente (puedes mezclarla con el caldo de las gambas), removiendo sin parar con una varilla para evitar grumos. Cocina a fuego lento hasta que la bechamel espese.
Añade sal, pimienta blanca y una pizca de nuez moscada al gusto.

Integración de las gambas 

Trocea las gambas que has salteado y añádelas a la bechamel. Mezcla bien para que queden bien distribuidas por toda la masa.
Cocina la mezcla durante unos minutos más hasta que todo esté bien integrado.

Refrigeración

Vierte la masa en una bandeja y extiéndela. Tapa la masa con papel film, asegurándote de que el plástico toque la superficie para que no se forme costra.
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego ponla en el frigorífico durante al menos 4 horas (mejor si es toda la noche).

Formación de las croquetas 

Una vez la masa esté bien fría y firme, forma las croquetas con tus manos o usando dos cucharas.
Bate los huevos en un plato hondo y pon el pan rallado en otro plato.

Rebozado

Pasa cada croqueta primero por huevo batido y luego por pan rallado. Asegúrate de que queden bien cubiertas.

Freír

En una sartén con abundante aceite de girasol caliente, fríe las croquetas en tandas, dándoles la vuelta hasta que estén doradas por todos lados.
Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Sirve las croquetas calientes, acompañadas si quieres de una salsa suave o simplemente solas, para disfrutar al máximo del sabor de la gamba roja de Dénia.

Un extra de proteínas

Además de ser una delicia gastronómica, la gamba roja de Dénia es un alimento muy nutritivo. Destaca especialmente por su alto contenido en proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y el mantenimiento de los tejidos del cuerpo. 

Con aproximadamente 20 gramos de proteína por cada 100 gramos de gamba, este marisco se convierte en una excelente opción para quienes buscan una dieta rica en proteínas sin renunciar al placer del buen comer.

Además, es baja en grasas y una buena fuente de minerales como el fósforo y el zinc, lo que la convierte en un ingrediente saludable y equilibrado.

Las croquetas son un plato delicioso, y sabemos que es difícil, pero intenta comerlas con moderación porque aunque lleven ingredientes de alta calidad, no dejan de ser un alimento frito.