La feria de Navidad de Xixona, en una imagen de archivo.

La feria de Navidad de Xixona, en una imagen de archivo.

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La ruta por los cinco pueblos de Alicante con más encanto que debes hacer estas navidades

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Cuando llegan las vacaciones de Navidad, si tienes la suerte de disfrutar de unos días libres, apetece salir de casa y explorar los rincones más mágicos de la provincia de Alicante.

Ya con el mes de diciembre a la vuelta de la esquina, muchos son los hogares que ya han instalado o están a punto de instalar el árbol de Navidad y adornar su casa con luces y decoraciones navideñas.

Un espíritu navideño que se puede respirar en muchos rincones de la provincia, ya sea de la mano de los múltiples mercados navideños que están a punto de abrir sus puertas o simplemente paseando por las calles iluminadas.

Además, es una época ideal para recorrer los pueblos de la provincia y dejarse maravillar por sus encantos.

En este sentido, esta es la ruta por cinco de los pueblos más bonitos y con más encanto de Alicante para visitar estas navidades, combinando tradición, paisajes impresionantes, una rica oferta gastronómica y espíritu navideño.

Guadalest

Comenzamos nuestra ruta en el Valle de Guadalest, un pequeño pueblo que parece sacado de un cuento. Este municipio, considerado uno de los más bonitos de España, está coronado por su famoso castillo, que se alza sobre un peñón ofreciendo vistas espectaculares al embalse de aguas turquesas.

Pasear por sus calles empedradas equivale a viajar al pasado, con rincones llenos de encanto y una amplia oferta de museos, como el de Microminiaturas o el Museo Etnológico.

Además, si visitas la localidad los días 14 o 15 de diciembre, te toparás con el tradicional mercado de Navidad de VIVOOD, repleto de puestos de artesanía, gastronomía, talleres y música en vivo.

Altea

Conocida por tener sus calles repletas de turistas durante los meses de verano, esta localidad también desprende un ambiente especial durante la Navidad.

Así, a menos de 40 minutos en coche de nuestra primera parada, llegamos a Altea, conocida como "la cúpula del Mediterráneo" por su emblemática iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con sus cúpulas azules que destacan sobre el paisaje.

Su casco antiguo es un laberinto de callejuelas blancas adornadas con flores, perfecto para pasear sin prisas. La localidad es también un imán para artistas y artesanos, y su paseo marítimo está lleno de restaurantes donde probar arroces y pescados frescos.

Y es que también podrás respirar el espíritu navideño en Altea de la mano del Belén de la Casa de Cultura, que podrás visitar desde el día 2 de diciembre.

Villajoyosa

Hora de coger el coche rumbo a nuestro tercer destino; Villajoyosa. Este pueblo costero es famoso por sus casas de colores que bordean el paseo marítimo y por su tradición chocolatera.

Una visita a las fábricas de chocolate Valor o Clavileño es imprescindible, donde además se puede aprender sobre la historia del cacao. El casco histórico, con restos de la muralla medieval, y las playas como El Paraíso o La Caleta hacen de esta localidad un lugar ideal para disfrutar de cultura y naturaleza.

Además, en diciembre, podrás disfrutar de la tradicional feria de artesanía con actividades para los más pequeños, conciertos, teatro y espectáculos en el Teatre Auditori, chocolatada popular en el Casco Antiguo, animación en las calles comerciales para que los más pequeños ultimen sus cartas a Papá Noel y/o Reyes Magos, pasacalles navideño, actividades solidarias…

Xixona

En el interior de la provincia nos espera Xixona, conocida mundialmente como la cuna del turrón. Este pueblo combina paisajes montañosos y la tradición de uno de los dulces más emblemáticos de España.

Una parada obligatoria es el Museo del Turrón, donde se puede descubrir el proceso de elaboración y degustar diferentes variedades. Además, los senderos cercanos ofrecen rutas ideales para los amantes del senderismo.

Nuestro cuarto destino también es conocido por tener el mercado de Navidad más grande de Alicante. Con una amplia variedad de productos artesanales, regalos, decoración, moda, y más, este mercado es el lugar perfecto para disfrutar de la esencia navideña.

Agost

Finalizamos la ruta en Agost, un pequeño pueblo al pie de la sierra del Maigmó famoso por su tradición alfarera. Sus talleres y museos permiten conocer la elaboración artesanal de cerámica que ha pasado de generación en generación.

Además, el entorno natural del Maigmó ofrece senderos para los más aventureros, con vistas espectaculares de la comarca.

En Navidad, este pueblo también se viste de gala para soñar con los ojos abiertos. Además de su tradicional mercado navideño, cada año, el Museo de Alfarería organiza ArteBelén, donde encontrarás desde muestras de belenes hasta talleres de manualidades y de decoración navideña en los que los más pequeños se lo pasarán en grande.