La gamba roja preparada por el cocinero Quique Dacosta.

La gamba roja preparada por el cocinero Quique Dacosta. Cedida

Gastronomía

Este es el consejo de uno de los mejores chefs del mundo en Alicante para preparar las gambas esta Navidad

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¿Cómo conseguir que las gambas que preparemos en casa estén perfectas? El premiado Quique Dacosta da el sencillo consejo para lograrlo con la gamba roja de Dénia, donde tiene uno de los veinte mejores restaurantes del mundo

El marisco es uno de los productos estrella de la gastronomía española y que brilla aún con más fuerza en la Navidad. Y Dacosta explica cómo se puede preparar desde cualquier cocina para que tenga el mejor sabor.

La clave está en la sal. Y no para echarla encima de la gamba sino para el agua. El chef reconocido por la guía Michelin con siete estrellas recomienda que se use agua de mar para hervirlo. La alternativa si se usa otra es echar 35 gramos por litro.

A eso hay que añadir un buen puñado de sal gorda que se echaría tanto si se usa la del mar o la corriente. Se pone la cazuela a hervir y cuando esté en ebullición se introducen las gambas en ella.

Ese es uno de los momentos de la cocción porque, como puntualiza en su vídeo, a partir de ahí "la gamba ya no se toca" y la intensidad del fuego se reduce a la mitad

¿Por qué es tan importante reducir el fuego? "No es tanto una gamba que hierve sino que filtra el calor del agua de mar hacia el interior", detalla.

El tiempo que se mantiene en la cazuela es el otro factor muy a tener en cuenta. Bastan dos minutos para que alcance el punto de cocción adecuado. Una vez pasen, el cocinero pide mucho cuidado al sacar las gambas.

De ahí pasa a otra cazuela o bandeja fría, que también estará con el mismo tipo de agua de mar o la corriente salada más el puñado de sal gorda. Ahí pide que esté con abundante hielo. ¿Por qué reitera que la cocción y enfriamiento sea con agua de mar? "Porque si no perdemos el punto de sal del marisco", explica.

En este segundo proceso también tiene muy en cuenta la importancia del tiempo. Para que esté lista para consumir deben pasar otros cinco minutos en esa agua helada. Si pasara más, la gamba empezaría a ablandarse.