Alicante

La moda hecha en Alicante vuelve a competir para estar entre la mejor de España. Rosa Gasent llega a la Madrid Fashion Week con su marca Devol. Su ropa creada en un pequeño pueblo del norte de la provincia, El Verger, participa en el salón de exhibición de Allianz Ego.

Queda una semana para que arranquen los desfiles en la feria y Gasent está atareada cosiendo los modelos que necesita para el área en la que tiene que mostrarlos para convencer al jurado. Por eso, risueña, reconoce que está "un poco nerviosa", quiere "llevar la máxima ropa posible que pueda gustar". 

El premio Confidence in Fashion, creado en 2021, se encarga de reconocer a los jóvenes talentos entre los que se presentan de toda España. "Una de las claves es ver que la marca tenga proyección de futuro viable y una marca de identidad acertada y marcada, que se vean las prendas y se las pueda reconocer", apunta la diseñadora gracias a la cual Alicante vuelve a estar representada en el certamen.

Gasent quiere conseguir transmitir todo eso trabajando con la reutilización de prendas, lo que ahora se denomina upcycling. "Es complicado, aunque también lo es con un tejido que no ha sido utilizado, porque la moda siempre es complicada", razona. En el reaprovechamiento de prendas, como explica, hay que tener en cuenta que esas otras piezas ya venían de un patrón que ella se encarga de modificar para lograr "alargar su vida útil fusionando".

"Una visión imaginativa más amplia" y "emoción" son dos de las herramientas con las que tiene que trabajar en su día a día en el taller de El Verger. "No es nada fácil", sentencia. 

La voluntad de apostar por la sostenibilidad la lleva también por otro camino, el de llevar a las pasarelas más exigentes técnicas como el ganchillo o el encaje de bolillos. "Recuperando técnicas que ya no se enseñan tanto, intento ser lo más sostenible en conjunto creando piezas, no solo nos basamos en el upcycling", puntualiza.

A través del perfil en Instagram de Devol ya se puede valorar su forma de trabajar y entender la moda, además de poder dirigirse a ella para comprar las piezas. El último desfile en Valencia copa las últimas publicaciones en las que muestra la colección Hasta demà si Déu vol, una expresión popular en su zona con la que se identifica por su mensaje de incertidumbre respecto a lo que pueda pasar mañana, como indica allí.

"Me gusta que sean para chico o chica, que se ajusten a varios cuerpos", cuenta sobre sus propuestas, "intento que sean adaptables y que no haya problemas de tallaje, para que se pueda ajustar tanto en una figura masculina o femenina". Eso así lo aplica en los encargos que recibe, donde tiene en cuenta tallas, tejidos disponibles según modelo si se trata de reutilización y tiempo.

Un método que la tiene ahora centrada en sacar todo esa gran selección con la que conquistar a los especialistas de Madrid que se acerquen al showroom. Y una de las claves para que los nervios no vayan a más es la experiencia. Su amistad con el diseñador Pablo Bosch de la marca KePerezaXiko, con el que colabora, le llevó a apoyarle cuando él fue el que optaba a este premio. "Agradezco mucho eso porque ahora ya sé cómo funciona porque no es lo mismo vivirlo en primera persona", valora.

Estos días le corresponde seguir apretando en el taller, un lugar que difícilmente cambiaría. "Prefiero trabajar en Alicante, sobre todo por los alquileres, y el ritmo de vida que es más tranquilo", concluye.