Una rápida búsqueda en internet sobre trombos y Covid deriva en numerosas informaciones, algunas más alarmistas que otras, sobre los efectos negativos de la vacuna contra el coronavirus en determinados pacientes.
Sin embargo, pocas búsquedas señalan la evidente conexión que existe entre estar ingresado en la UCI por Covid y acabar sufriendo una trombosis. Un estudio en abril de 2020 por los Hospitales Universitarios Vall d’Hebron y Germans Trias i Pujol, cuantificó que uno de cada cuatro pacientes graves con coronavirus acababa padeciendo una trombosis venosa o pulmonar.
Es, por tanto, el trombo menos mediático de la pandemia, al que esta semana el periodista Carles Francino le ha puesto voz y rostro. En su vuelta a los micrófonos de la Cadena Ser, tras haber estado ingresado por Covid, confesó que había sufrido un ictus que al principio le había dejado sin voz. Rápidamente, el joven periodista Fernando Guallar reconocía en sus redes sociales que arrastraba secuelas de una trombosis provocada por el virus.
Investigaciones
Hospitales y sanitarios llevan, desde el principio de la pandemia, tratando de encontrar la manera de prevenir la trombosis en pacientes Covid. Uno de los últimos casos es el del departamento de salud del Hospital del Vinalopó de Elche, que ha dado a conocer su participación en un ensayo clínico multicentro con heparina para prevenir las trombosis venosas en pacientes con Covid-19.
El objetivo es evaluar la eficacia de diferentes dosis de heparina en pacientes ingresados con neumonía por coronavirus. Y es que, uno de los principales riesgos asociados a la infección por el nuevo coronavirus son las complicaciones trombóticas que pueden aparecer tanto en el sistema venoso como en el sistema arterial, sobre todo en los enfermos graves.
“Se cree que este efecto se debe a una respuesta inflamatoria excesiva que afecta al sistema vascular, con activación plaquetaria y disfunción endotelial, entre otros mecanismos”, explica la doctora. Ana Maestre, coordinadora de la Unidad de Enfermedad Tromboembólica Venosa.
Factores de riesgo
Además, las personas hospitalizadas por Covid-19 presentan factores de riesgo de enfermedad tromboembólica venosa ya conocidos como son la sepsis, la insuficiencia respiratoria, la ventilación mecánica, la sedación farmacológica, la inmovilización o el uso de catéteres, que aumentan la aparición de trombosis.
Las complicaciones derivadas de estas trombosis son diversas, aunque muchas pueden ser graves, lo que aumentaría el riesgo de mortalidad asociado a la Covid-19. La forma más frecuente de presentación de estas trombosis es en forma de tromboembolismo pulmonar o trombosis venosa profunda.
“La embolia pulmonar es la complicación más grave ya que se impide el paso de la sangre al pulmón para su correcta oxigenación. Además, puede agravar los problemas respiratorios provocados por el coronavirus que ataca especialmente al tejido pulmonar” añade la especialista en Medicina Interna.
113 pacientes
Esta Unidad ha tratado a un total de 113 pacientes hospitalizados por embolia pulmonar o trombosis venosa profunda desde el inicio de la pandemia hace ya un año, mientras que en la consulta monográfica se ha valorado un total de 158 pacientes nuevos como primera visita y 524 en visitas sucesivas. Por todo ello, la prevención y un diagnóstico y tratamiento correcto de estas trombosis son esenciales para poder realizar un manejo adecuado de estos pacientes.
El manejo de estos pacientes se realiza por la Unidad de Enfermedad Tromboembólica Venosa del Servicio de Medicina Interna, que en el año 2019 recibió la acreditación de Unidad Asistencial dentro del proyecto SEMI Excelencia de la Sociedad Española de Medicina Interna y está integrada por la dpctpra Ana Maestre, el doctor José Carlos Escribano y la doctora Nadia Ahmad.