"Imagínate que te prohibieran ir al servicio en tu jornada laboral, ¿podrías aguantar siete u ocho horas? Pues lo mismo nos sucede con los pechos que amamantan a bebés que solo tienen 16 semanas".
Esta es una de las denuncias recogidas por la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna (Fedalma), un colectivo que ha pasado a la ofensiva, reuniendo a más de 100 asociaciones de todo el país, que engloban a unas 4.000 mujeres que se consideran víctimas de un sistema del que no reciben apoyos tras su maternidad, ni en el ámbito laboral ni en el personal.
Porque en el trabajo, cada vez más precario a raíz de la crisis derivada de la pandemia, se encuentran con que, tras la baja maternal de "solo" cuatro meses, las empresas no respetan (o en muchos casos ponen pegas) a las madres que quieren dar el pecho o extraer la leche, aseguran.
Porque no es un capricho, sino una necesidad que conmina la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos estudios científicos establecen que los niños y niñas deberían ser alimentados con lactancia materna exclusiva (LME) durante sus primeros 6 meses de vida. Esta recomendación debe ser alcanzada al menos por el 50% de los bebés de cada país. Sin embargo, en España cae al 28%, "muy por debajo de lo establecido por la OMS", recuerda el Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp).
Esta organización, junto con el Instituto de Salud Carlos III y la Joint Research Centre European Commission han realizado un estudio liderado por la matrona de Atención Primaria de Tenerife, cuyas conclusiones son contundentes: tres de cada cuatro mujeres acaban desistiendo de la lactancia exclusiva y acaban tirando de biberón, no por convencimiento, sino por falta de apoyos.
Fedalma
Baja maternal
"Siento impotencia"
"Siento impotencia de que las mujeres solo tengamos cuatro meses de permiso de maternidad cuando la OMS afirman que deberían ser mínimo seis, lo cual nos sitúa a la cola de Europa", poniendo como ejemplo el Reino Unido, donde este permiso alcanza el primer año de vida del bebé. "Al final, me entristece tener que dejar tan pequeña a mi hija en la guardería, a la que se va a ir la mitad de mi sueldo, perjudicándole a ella y a la familia", se lamenta.
Desde Fedalma insisten en que la imposibilidad de extracción de leche de una mujer tras 16 semanas de dar a luz por tener que estar trabajando y estar con lactancia materna exclusiva, provoca entre otras dolencias, fiebres, desmayos o mastitis. Además del aspecto físico, esta situación provoca estrés y ansiedad: "Realmente lo más duro es la parte emocional; separarse de tu hijo tan bruscamente durante tanto tiempo es un dolor que solo entiende una madre", apunta África, que ya ha pasado por esta situación con su primer hijo. "Por lo que no me extraña que tengamos los niveles más bajos del mundo en natalidad", concluye.