Pilar Santos, la nueva gerente del departamento de Salud de Torrevieja, que el pasado sábado 16 de octubre pasó de la gestión público-privada de Ribera Salud a la Conselleria de Sanidad, ha tratado de frenar esta mañana la manifestación de los médicos de Urgencias ante su no subrogación por la administración autonómica.
En una reunión con el comité de empresa, la gerente les trasladó su intención de solucionar el problema que afecta a medio centenar de trabajadores de Urgencias y Atención primaria, para que desconvocasen la manifestación prevista en las puertas del hospital universitario a mediodía. Pero no les dio nada por escrito.
El pasado viernes se produjo una situación caótica al comunicarles que no serán subrogados por orden de Sanidad, cuando muchos médicos se plantearon dejar de trabajar en sus turnos por llevar siete días en un limbo contractual
Así las cosas, los facultativos han decidido continuar con su protesta. Horas después estaba prevista también una reunión con los médicos de Atención Primaria en la misma situación. El comité de empresa estaba por la labor de suspender la concentración pero cuando se lo han comunicado a los médicos afectados éstos han decidido seguir adelante.
Balones fuera
La gerente descargó toda la responsabilidad de la situación en la Conselleria de Sanidad que dirige la socialista Ana Barceló y aseguró a los sindicatos que estaba tratando de solucionar el problema pero que desde la administración autonómica todavía no le han dado respuesta.
Se da la circunstancia de que en la anterior reversión, la del Hospital de Alzira, todos los facultativos fueron subrogados independientemente de si tenían convalidada la especialidad o el título. Por eso, muchos no entienden por qué en Torrevieja la Conselleria de Barceló ha decidido no hacerlo.
Como ha venido informando este diario, mucha culpa de este problema lo tienen los problemas suscitados entre el PSPV-PSOE y sus compañeros de Gobierno, Compromís y podemos, a la hora de establecer el modelo de reversión. Barceló (PSOE) intentó sin éxito crear una empresa pública pero sus socios le impusieron el mismo modelo de Alzira.
Ahora, en la nueva subrogación, la Conselleria dice que no puede incorporar con todos sus derechos laborales a quienes no tengan covalidado el MIR o el título, por lo que les ha exigido que renuncien a su plaza y se apunten a la bolsa de trabajo. Con ello, perderían toda su carrera profesional y años de experiencia, y consecuentemente, antigüedad y su actual sueldo.
El Sindicato de Médicos (CESM) les alertó de que no firmasen nada sin consultarlo primero con los servicios jurídicos. Entre tanto, Conselleria sacaba pecho ese mismo día de los nuevos contratados por bolsa de trabajo durante la semana que llevan gestionando el departamento.
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