El llamado pasaporte Covid dejará de ser obligatorio en la Comunidad Valenciana desde este martes. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció este lunes el final de la mayor parte de las restricciones contra el coronavirus, con la excepción de la prohibición de fumar en terrazas y el uso de mascarillas en interiores y donde no se pueda respetar la distancia de seguridad. En total el pasaporte Covid ha estado en funcionamiento en la región 80 días (desde el 4 de diciembre), ¿ha resultado ser una medida efectiva?
Desde luego, no para evitar contagios o disminuir la incidencia. Durante la mayor parte de la sexta ola la Comunidad Valenciana ha estado entre las autonomías de España con un mayor número de casos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, las propias autoridades consideraban que el certificado Covid era más un instrumento para fomentar la vacunación que para controlar los contagios.
En este sentido, y según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, en estos 80 días un total de 309.878 valencianos han recibido su primera dosis de la vacuna; esto supone un incremento del 7,5%, al pasar de casi 4,1 millones de vacunados a 4,4.
Se trata de una cifra considerable teniendo en cuenta que durante las semanas anteriores a la imposición del pasaporte la vacunación de primeras dosis se había estancado. Pero hay un truco: de ese porcentaje, la mayor parte (231.424) corresponde a dosis pediátricas. Por lo tanto, se puede deducir que el pasaporte Covid ha servido para que 78.454 adultos se decidan a ponerse la primera dosis.
La hostelería lo celebra
La Federación de Ocio y Turismo (Fotur) de la Comunidad Valenciana celebró el anuncio de Puig del fin de las principales restricciones sanitarias, y consideró estas medidas como "muy positivas" para reactivar el sector.
En un comunicado, Fotur calificó estas medidas como "muy positivas" para los locales de ocio y festivales, y espera que la eliminación de las distancias de seguridad "reactive" la actividad empresarial y "la industria de la felicidad que está sumamente mermada".
Entre las excepciones a las restricciones están las residencias y centros sociales, así como la limitación de diez comensales máximo por mesa, y la separación de metro y medio entre las mesas de los locales de hostelería.
En este sentido, la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (AERTE) ha pedido que el pasaporte Covid deje de exigirse en sus centros, como se ha decidido para otros sectores y en otras comunidades autónomas.
"Desde AERTE siempre hemos apostado por el pasaporte Covid, pero si se va eliminando en otros sectores también debería ir planteándose en este, como ya sucede en otras comunidades autónomas en las que no se exige", opinó el presidente de la patronal, José María Toro.
La medida ha cumplido su función de manera importante, pero ahora, sobre todo porque las personas que visitan los centros son casi siempre las mismas, "habría que ir pensando en retirarlas", manifestó Toro.
Asimismo, planteó que sería bueno avanzar en medidas de flexibilidad como la posibilidad de ocupar el 5 % de las plazas que están bloqueadas por la Conselleria de Igualdad y algunas otras organizativas que permitan trabajar "de una manera más normal" y que ayuden a evitar la sobrecarga en el personal de los centros.