El covid ha normalizado la presencia virtual, una práctica que le ha servido al doctor Javier Martínez-Picado para, desde su despacho de Barcelona, dirigirse a los sanitarios del Hospital General de Elche en un encuentro -el pasado jueves- organizado por la Cátedra de Enfermedades Infecciosas y VIH de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y la Comisión de Docencia del hospital.
Una oportunidad que aprovechó EL ESPAÑOL De Alicante para entrevistar al considerado como mayor experto español y posiblemente de Europa en investigar cómo curar el virus de la inmunodeficiencia humana 40 años después de documentarse los primeros casos.
Martínez-Picado es investigador del Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en IrsiCaixa y profesor asociado de la Universidad de Vic (UVic).
Pregunta.- En medio de una pandemia, cómo va otra, la del VIH, que tan poco se habla.
Respuesta.- El VIH ha sido una infección que ha afectado a más de 60 millones de personas en todo el mundo, la mitad de las cuales han muerto. Ahora tenemos a otras 35 millones que viven con el VIH, el 70% en tratamiento antirretroviral y si ya no es necesariamente la enfermedad mortal que fue, ahora los tratamientos permiten mantener una esperanza de vida muy buena, sobre todo a partir de 2006.
Pregunta.- ¿Estamos ante el inicio del fin del VIH Sida? ¿Pueden llegar a curar una enfermedad que hasta ahora han podido controlar?
Respuesta.- Sí es posible. Hasta hace una semana había tres casos reportados de curación. En 2009 fue un paciente de Berlín que tuvo VIH y leucemia; con esta última tuvo que hacerse un trasplante de células madre y gracias a encontrar a un donante que tenía una mutación en sus células que impedía que el virus entrase, una probabilidad casi imposible, una entre un millón, el paciente se curó de ambas.
Fue un caso aislado y en el consorcio que he coordinado en Utrecht hemos conseguido otros dos casos, un paciente de Londres llamado Adam Castillejos, y un paciente anónimo 4 años y medio y 3 años respectivamente sin tratamiento retroviral y sin que el virus aparezca en sus células. Y la semana pasada se comunicó un cuarto caso, con el mismo sistema, trasplante de células madre.
Pregunta.- Con la aparición del Covid fue recurrente la comparación con el VIH-Sida. Una vez que ha pasado el tiempo, ¿qué similitudes y diferencias hay entre los dos virus?
Respuesta.- Cualquier inicio de una pandemia con un virus poco conocido produce un shock social. En el caso del VIH en 1981 fue un doble shock, porque era desconocido y porque la probabilidad de fallecer era del 99% frente al 1% del Covid.
Fue un shock también porque en el caso del Covid se conocía el agente causal de la neumonía prácticamente desde el principio gracias a las técnicas moleculares, y el VIH se tardó dos años en determinar la causa.
Y en el VIH el primer tratamiento llegó en 1987, es decir, seis años, y era muy tóxico y poco eficaz y no fue hasta 1996 cuando aparecieron tres fármacos eficaces. Y ya desde el 2006 el tratamiento permite tener una vida prácticamente normal.
En el caso de la Covid tenemos dos aspectos que no tenemos bien definidos porque no son totalmente eficaces, irán mejorando y la diferencia es que en la Covid se han conseguido tener vacunas muy rápidamente aunque no lo son protectoras, pero permiten que no sea tan severa. Y en el VIH la vacuna propuesta desde 1985 se mantiene elusiva por la velocidad a la que cambia este virus y la gran diferencia entre los virus que circulan por cada país.
Pregunta.- El Sida comenzó como una enfermedad emergente, jamás conocida anteriormente, lo mismo que el Covid; ambas procedentes del mundo animal, murciélago y chimpancés, respectivamente. ¿Es descabellado pensar que estamos expuestos a que aparezca otra pandemia?
Respuesta.- Para las personas que trabajamos en inmunovirología y con virus es algo que es casi un dogma. Todos esperábamos lo que ha pasado con el Covid, no nos ha sorprendido. Quizás nos ha sorprendido más la tozudez de algunos políticos de no querer reconocer las previsiones científicas. Siempre hemos avisado de que hay que estar preparados, que las infecciones víricas son un asunto muy grave.
Muchas epidemias, como las de 2014, causó más de 20.000 muertes en África occidental por el ébola, un virus con el que también trabajamos en nuestros equipos y son situaciones que siempre pueden emerger.
Vamos a estar siempre expuestos a esta posibilidad de virus que pueden acabar en pandemias. La salud global es muy importante, es mantener el equilibro entre el medioambiente, la salud animal y la humana y es muy delicado porque el covid viene de murciélagos y el IVH de chimpancés y gorilas.
Sabíamos que podía pasar, ha pasado anteriormente y volverá a pasar. Es interesante saber que un 8% de nuestra ADN son lo que llamamos retrovirus endógenos que se han quedado integrados y que los arrastramos como fósiles.