El pasado martes, la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana que dirige la socialista Ana Barceló, anunció la creación de 6.000 plazas de sanitarios. Pero el anuncio llevaba matices más a allá de baile de cifras que se produce cada vez que comparece la consellera. En una primera fase se "consolidarán" 5.040 plazas que comenzarán a ocuparse a principios del mes que viene y se priorizará Atención Primaria, Salud Mental, Salud Pública y urgencias.
La Generalitat valenciana ha contratado en diferentes periodos una plantilla de 6.600 sanitarios como refuerzo durante la pandemia de Covid. Esas 5.040 plazas, por tanto, son para parte de ese colectivo que el 1 de mayo terminará sus contratos temporales.
Así que no se trata de creación de plazas, que supondría tener a más de 5.000 profesionales más, sino de cambio contratos eliminando cierta "precariedad", ya que pasarán de ser temporales a ser interinos. Pero la plantilla de sanitarios en la Comunidad no crece.
De ahí la protesta convocada para el lunes por el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM) en el Hospital de La Fe. Una más de una larga pugna entre la Conselleria y los facultativos de la región que por ahora van ganando estos en los juzgados.
Ayer mismo, hasta 25 directores, adjuntos y supervisores del Departamento de Alcoy pusieron su cargo a disposición de la Gerencia después de que la Conselleria de Sanidad hiciese público su plan de refuerzos para la Comunidad. Un día antes ocurrió lo mismo en el Departamento de Castellón.
Así pues la plantilla realmente decrece y se precariza. Y cerca de 1.500 sanitarios no encontrarán espacio para seguir trabajando para la Sanidad Valenciana. Todo ello, el 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo. Por eso la Conselleria habla de fases, intentando calmar los ánimos de quienes se sienten amenazados.
Las claves
El otro gran problema es la adscripción de plazas a categorías, ya que se están primando los contratos para enfermeras, auxiliares, celadores y administrativos, a la contratación de médicos. Algo que ya ha denunciado el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana en repetidas ocasiones.
¿Cómo se va a tener una Sanidad de mejor calidad si no aumenta el número de facultativos que finalmente dirigen todos los procesos? La respuesta a esta pregunta está en el aumento de las listas de espera que la Conselleria trata de maquillar cocinando las cifras, denuncian los sindicatos.
Todo ello, por no relatar las continuas protestas de la Atención Primaria, los pediatras, las Urgencias, y las sentencias en contra que lleva Barceló por desproteger a los médicos durante la pandemia. Y es que la Sanidad valenciana es un auténtico "polvorín" que ni siquiera se mitiga con los anuncios de programas que luego no se ejecutan. Como ocurrió en la presentación de los Presupuestos para 2022.
La otra clave es dónde se van a 'destinar' a esos nuevos contratos, es decir, en su distribución territorial. Los recelos entre los diferentes colectivos sanitarios crecen día a día al conocer las noticias de cada departamento. Porque lo que suponen los planes de la Conselleria es una movilidad territorial forzosa para quien quiera una de las plazas. Además de dejar sin refuerzo algunas áreas.
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) incluso ha publicado una carta abierta a la consellera en el asegura que se precarizará más aún el estado de las UCI en la Comunidad Valenciana. Y lo que está por llegar.
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