Un joven sirio de 24 años, residente en Alicante, deberá abandonar el país a los cuatro años de haber cumplido condena en la cárcel por abusar sexualmente de sus dos hermanas, menores de edad, cuando vivía con ellas y con su madre en un piso de la capital de provincia.
En concreto, la sentencia dictada por un tribunal de la Sección Décima concluye que el acusado aprovechó su relación de parentesco con las víctimas, de 12 y 9 años, respectivamente, para satisfacer sus deseos sexuales frotando sus genitales sobre los glúteos de ambas.
Los hechos tuvieron lugar en verano de 2018 en el domicilio en el que el procesado convivía junto a su madre y las dos víctimas, situado en la ciudad de Alicante. En una fecha no concretada del mes de agosto, el acusado pidió a su hermana mayor que se tumbara junto a él en un colchón que había colocado en el balcón de la vivienda para dormir o para descansar al fresco con la excusa de ver una película en la tablet.
Así, tras conseguir que la menor le hiciese caso, se puso sobre ella y le bajó ligeramente los shorts que vestía para frotar su cuerpo contra el de la menor.
En otra fecha del mismo verano, el acusado aprovechó que su hermana menor se encontraba tumbada boca abajo en el sofá del salón viendo una película para colocarse sobre ella y frotar su miembro sobre la víctima.
El procesado negó los abusos durante el desarrollo del juicio y atribuyó las acusaciones de su madre y sus dos hermanas a sus deseos de venganza ante el hecho de que él hubiese decidido abandonar el domicilio y hubiese dejado de colaborar en los gastos familiares tras haber encontrado trabajo en la hostelería.
En esta línea, sostuvo que la madre y un tío suyo habían manipulado a sus hermanas para que declarasen en su contra. Así, su defensa solicitó su libre absolución. No obstante, el tribunal confiere credibilidad al relato de las menores al sostener que su versión se mantuvo persistente a lo largo de toda la instrucción y que no habían manifestado ningún indicio de animadversión por el que hubiesen fabulado sus acusaciones con al intención de tratar de perjudicar a su hermano.
Confesión en Whatsapp
La sala tiene en cuenta como prueba los mensajes de Whatsapp que el acusado intercambió con su tío en los que el procesado asumió los abusos que aquel le había recriminado previamente. Es más, en esos mensajes, el condenado también manifestó “arrepentimiento y voluntad de solucionar el problema”.
Por todo ello, el tribunal considera al acusado autor de dos delitos de abusos sexuales cometidos sobre menor de 16 años castigados con sendas penas de cuatro años de privación de libertad. Además, establece la prohibición de que el condenado se aproxime o establezca comunicación con sus hermanas durante cinco años y le impone otros cinco años de libertad vigilada.
La sala establece, igualmente, que se sustituirán las penas privativas de libertad por la expulsión del acusado del territorio nacional en cuanto se cumpla la mitad de la duración de las penas impuestas, es decir, los primeros cuatro años de internamiento.
Y, por último, concreta que el acusado deberá indemnizar con el abono de 1.000 euros a cada una de sus hermanas en concepto de compensación. La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en el plazo de diez días.