La madre de Guillermo Giner se moría. Un cáncer de colon la había dejado terminal pese a los intentos, durante 11 meses que permaneció ingresada en La Fe de València, de ganarle el pulso a la enfermedad. Su hijo único, Guillermo, la acompañaba todas las noches. En ese tiempo descubrió que, cuando llegaba un pico de dolor, le ponía con su tablet su música favorita, zarzuelas u ópera, y, por unos minutos, "ya no estaba en el hospital ni tenía cáncer, era la de siempre".
En una habitación compartida, Guillermo vio desfilar en ese casi año de 2015 a numerosos pacientes, también terminales. "Le decía en tono jocoso a mi madre que se los cargaba a todos", rememora. Pero ella acabó muriendo y Guillermo recibió, como último legado, una idea, la de extender esa experiencia musical terapéutica al mayor número de hospitales posible.
Para ello, tenía claro que los microconciertos debían basarse en canciones o melodías "emocionalmente escogidas por los pacientes". Nacía así Músicos por la Salud, una fundación que en 7 años de vida ha ofrecido 24.741 microconciertos en 365 hospitales y centros sociosanitarios (sobre todo en oncología, cuidados intensivos, hemodiálisis y salud mental) que han beneficiado a 468.461 pacientes gracias a 2.726 músicos adheridos, con contrato de trabajo desde 2019. A partir de entonces empezaron a solicitar subvenciones para la casilla de fines sociales y continuaron con las donaciones privadas para sufragar una actividad gratuita para los hospitales.
Y precisamente, en aquel año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un macroestudio sobre los beneficios que la música en vivo tienen para la salud física y mental, suponiendo un espaldarazo a la pionera iniciativa que el valenciano Guillermo ya estaba extendiendo por España.
Salir del coma
Dichos beneficios explicarían los 'milagros' que los músicos de esta fundación han vivido mientras tocaban en los hospitales. El más sonado es el de Rocío, una joven de 28 años que se había quedado en coma hacía 20 días por un infarto, en los que había permanecido ingresada en la UCI del Clínico de València.
La médica intensivista Mónica García preguntó a las músicas Blanca (Violín) y Nuria (Clarinete) si podían tocar en el box de Rocío. "Ella, hasta ese momento, no abría los ojos ni movía brazos ni piernas", rememora la facultativa. "A los 4 o 5 minutos nos quedamos impactadas, ella estaba reaccionando", asume Blanca en un testimonio recogido en YouTube. "Empezó a mover la cabeza, los brazos y sorprendentemente había tenido una reactividad que hasta entonces no había tenido", añade Mónica.
También fue muy emocionante, a juzgar por el vídeo del momento, la reacción inesperada que se produjo en el hospital Puerta de Hierro de Madrid donde, una paciente de avanzada edad que había perdido el habla por una afasia, se arrancó a cantar la canción de 'Cuéntame' que le estaba tocando con la guitarra la música Elena Macía, quien no salía de su asombro.
Cuenta el fundador y presidente de esta fundación que la pandemia de Covid "supuso un antes y un después". "Recuerdo que al principio el asesor me llamó para preguntarme si hacíamos un ERE o un ERTE a la plantilla, mientras que los hospitales nos pedían que no les dejáramos colgados".
Y así, lo que que hace unos años sería inimaginable que los microconciertos online tuvieran el mismo "calor humano" que los presenciales, fue posible y mantuvimos a todo el personal.
Salto a EE.UU
Guillermo también reconoce que no se hubiera imaginado que Músicos por la Salud llegaría hasta Estados Unidos, como se prevé que lo haga en 2023. Lo harán ante "las peticiones que no dejan de llegarnos para que vayamos a los hospitales y centros sociosanitarios de allí", confiesa. En Jacksonville, Florida, constituirán una nueva fundación para coordinar la actividad en el país y "lo que vayamos recaudando nos servirá que nuestros músicos toquen en los hospitales de América del Sur", explica.
Se trataría de un nuevo hito para Músicos de la Salud, que llegaría tras producirse otros, como lograr que todos los grupos del Congreso de los Diputados aprobaran de manera unánime (ya de por sí raro) una declaración para mostrar su compromiso de atender a las recomendaciones de la OMS de que la música en vivo esté presente en los hospitales.
[La música por la salud entra el Congreso de la mano de Rosa Romero y Adolfo Suárez]
Ahora, están trabajando en la Comisión de Sanidad para que esta petición se convierta en proposición de ley, permitiendo incluir los músicos en el sistema sanitario. Al tiempo que se suceden las reuniones con comunidades autónomas como la valenciana, madrileña y catalana para que sea una realidad cuanto antes.
Pero, para que la presión a la clase política no decaiga, Músicos por la Salud ha iniciado una recogida de firmas, que ya van por las 20.000, para que España siga el llamamiento de la OMS y salga de los últimos puestos del ranking mundial, donde la vecina Portugal u otros países como Lituania o Polonia ya se han dado cuenta de que la música también cura en los hospitales.