Salud

Los sanitarios alertan de una "escalada de agresiones" en Alicante y exigen más protección

El reciente ataque de unos padres hacía una anestesista en Orihuela es el último caso de una lista que no para de aumentar año tras año.

13 septiembre, 2024 01:52
Alicante

El verano llega a su fin, las estaciones pasan, pero los problemas en la Sanidad de Alicante persisten. Uno de los más preocupantes es el aumento de agresiones al personal sanitario.

El último incidente que ha puesto el foco sobre esta problemática ocurrió el 4 de septiembre, cuando una anestesista del Hospital Comarcal de la Vega Baja (Orihuela) sufrió una agresión por parte de los padres de un menor.

La facultativa tuvo que recibir una cirugía maxilofacial en el Departamento de Salud de San Juan a causa de las graves lesiones, por lo que los padres fueron detenidos días después por la Guardia Civil.

La secretaria de Acción Sindical del Sindicato de Enfermería de la provincia de Alicante (Satse), Emilia Guevara, advierte sobre la creciente "escalada de agresiones" contra profesionales sanitarios, particularmente en el ámbito de la enfermería.

Este caso es uno más de los más graves, que son los que terminan en agresión física, pero la responsable señala que "las agresiones también incluyen los gritos, amenazas e insultos que el personal sufre a diario".

Y es que el problema es especialmente preocupante en una provincia que se sitúa en el puesto número dos con más agresiones a sanitarios en 2023, solo por detrás de Málaga, según datos de la Policía Nacional.

Según el último Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud de 2023, el problema de la violencia en el ámbito sanitario sigue aumentando cada vez más.

"La tasa de notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales en 2023 fue del 24,19 por cada 1.000, lo que significa que subió cinco puntos respecto a 2022", comenta la secretaria, quien cree que los números de 2024, una vez que termine el año, serán incluso más altos.

Una encuesta realizada por Satse ha revelado que "el 80 % de las enfermeras han sufrido alguna agresión, ya sea física, como empujones, puñetazos o golpes, o de otro tipo como amenazas, gritos o insultos". "De hecho, el 30 % de los casos de agresión han tenido como víctimas a enfermeras", subraya Guevara.

El problema no solo afecta a las enfermeras, sino también a otros profesionales de la salud que tienen contacto directo con los pacientes. Sin embargo, Guevara indica que algunos colectivos no están adecuadamente representados en los informes.

"No se contempla de forma específica a los fisioterapeutas, que también están en contacto directo con el paciente. Aparecen en una categoría de 'otros', lo que no refleja la realidad de la situación", que podría ser aún más alarmante.

Colapso del sistema

¿A qué se debe que los sanitarios alicantinos sean una de las principales víctimas de ataques? Guevara explica que el modelo económico y demográfico de Alicante, provincia con gran peso en el turismo y que multiplica su población en verano, sobre todo en poblaciones costeras, es la clave del fracaso.

"La reducción del personal durante los periodos estivales no es una novedad, sino una práctica habitual en la Conselleria de Sanitat. No se cubre el total de las vacantes generadas por el periodo vacacional o incluso por las bajas por enfermedad", sostiene.

Esto crea mayores tiempos de espera debido a la saturación, lo que aumenta los casos de pacientes y familiares desesperados y agresivos. Guevara resalta que "la Conselleria de Sanidad y las gerencias deben actuar de forma coordinada. Muchas veces se produce una descoordinación y las respuestas son insuficientes".

Aunque existen protocolos y sistemas de alarma para prevenir y responder a las agresiones, como botones de pánico, estos no siempre son efectivos en el momento de la agresión porque "el primero que recibe la bofetada o la agresión verbal es el profesional que está cara a cara con el paciente o con el familiar".

Atacante y víctima

El Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud de 2023 recoge el perfil medio de los atacantes y de las víctimas a nivel nacional. El profesional agredido corresponde mayoritariamente a mujeres, predominando las notificaciones entre los 35 y 55 años, principalmente del personal facultativo y de enfermería.

Así, un 37 % de las agresiones ocurren en consulta y, en segundo lugar, en el área de hospitalización, seguido muy de cerca por los puntos de admisión e información de hospitalización.

La tasa de notificación de agresiones en atención primaria es casi tres veces superior a la tasa de atención hospitalaria. Y la mayoría de las notificaciones son por insultos y amenazas.

La causa más común de las agresiones, según el estudio, está relacionada con la atención percibida por el usuario, seguida de las relacionadas con las demandas del usuario.

En cuanto al agresor, mantiene el perfil de años anteriores, siendo un paciente en el 72 % de los casos, mientras que el perfil familiar/acompañante representa un 28 %. De estos, más de la mitad de las veces, un 57 % es hombre, y el 17 % son reincidentes.