El Gobierno de Aragón pide extremar la precaución las próximas 48 horas por la DANA y no viajar al Levante
- En la zona del Matarraña se han alcanzado los 186 litros por metro cuadrado. También hay varios municipios sin agua potable.
- Más información: Un guardia civil turolense, entre las víctimas de las inundaciones por la DANA en Valencia.
El Gobierno de Aragón ha pedido este jueves a la población “extremar la precaución las próximas 48 horas” y no viajar al Levante salvo que sea “absolutamente necesario”. Es la principal conclusión de la última reunión del Centro de Coordinación Operativa de Emergencias (CECOP), en la que se ha constatado la difícil situación que viven todavía varios puntos de la Comunidad.
En el Matarraña ha ocurrido lo esperado. Ha caído “mucha lluvia”. Se preveían 150 litros por metro cuadrado y van ya 186, con acumulados de más de 200 en los últimos dos días. Los ríos, pese a todo, han aguantado “bastante bien” gracias al tamaño del cauce.
“La situación está mucho más tranquila, pero no se puede bajar la guardia. Vamos a esperar un par de días y a seguir siendo lo más prudentes posibles. Es decir, no hay que acercarse a ríos, torrenteras o barranqueras y, sobre todo, no hay que hacer viajes que no sean absolutamente necesarios”, ha subrayado el consejero de Hacienda y Administración Pública, Roberto Bermúdez de Castro, ante un puente en el que, tradicionalmente, se registran millones de desplazamientos.
Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a que este viernes seguirá lloviendo al sur de la provincia de Teruel “pero en mucha menor medida”. El problema es que la atmósfera está tan inestable que pueden aparecer manchas tormentosas como ha ocurrido este jueves en Zaragoza.
“Pasado mañana puede llover un poco más, pero no a los niveles, lógicamente, de estos últimos días”, ha precisado el consejero. El Valderrobres, la crecida del Matarraña ha provocado desbordes puntuales en garajes y casas.
En el eje del Huerva, en cambio, las labores de laminación de los embalses han conseguido que el caudal haya bajado hasta los 25 metros cúbicos por segundo, estando previsto que la punta llegue en las próximas horas a Zaragoza capital. “Además, toda la gente que estaba en el monasterio de Jaraba, un grupo de personas mayores, ha ido saliendo durante el día de hoy”, ha completado Bermúdez de Castro.
A estas horas son tres las zonas que preocupan: el Bajo Aragón-Caspe, el Bajo Aragón y el Matarraña, donde los ríos están "más cargados", en palabras del titular de Administración Pública. Además, en los municipios bañados por el Huerva se mantendrá la vigilancia.
Con este escenario, Aragón empezará a trabajar “ya” para recuperar la normalidad. Principalmente, en todo lo que tiene que ver con el suministro de agua y electricidad. “Muchos de los municipios afectados toman el agua de los ríos o los pantanos y, producto del fango, hay situaciones de turbidez. Donde no haya agua potable, llevaremos cubas o botellas a través del 112 o de los Bomberos de la Diputación Provincial de Teruel”, ha agregado.
Será el caso de la comarca del Bajo Martín, donde se va a ir llevando, pueblo por pueblo, agua potable embotellada “para que los vecinos no tengan ningún problema”. “Poco a poco se irá recuperando el suministro de agua corriente. Lógicamente, en muchos casos no será agua potable, sino para uso sanitario”, ha aclarado.
En Hoz de la Vieja, uno de los municipios más castigados por las lluvias, alrededor de 40 habitantes -prácticamente la mitad-, están sin agua potable. No obstante, desde el Instituto Aragonés del Agua y Salud Pública están trabajando para que el suministro se restablezca “lo más rápido posible”.
La situación de emergencia podría tender a la estabilidad de cara a mañana o al sábado. “En el caso de las carreteras, las de Teruel están 100% abiertas. Aunque, si cae una tormenta y hay un desprendimiento pueden producirse cortes puntuales como sucedió en el Pirineo”, ha apuntado.
En el caso de la provincia de Zaragoza, la principal afección se centra en la zona de Jaraba, con “anegamientos puntuales” que se bombearán en cuanto bajen los ríos y sea técnicamente posible.