La cuenca del Ebro dice adiós a la sequía y empieza el año 'en verde' tras las abundantes lluvias de 2024

La cuenca del Ebro ha comenzado 2025 de la mejor forma posible. Todas su unidades están en una situación de normalidad, una imagen muy distinta a la de hace solo medio año, cuando la cabecera y el eje del Ebro, el Huerva, el Guadalope alto y medio, el Guadalope bajo y el Matarraña estaban en alerta.

Según el último informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), publicado este martes, en estos momentos no hay unidades territoriales en situación de sequía prolongada. Tampoco las hay en alerta o emergencia.

Las abundantes precipitaciones de la segunda mitad de 2024, con las lluvias torrenciales de finales de agosto y principios de septiembre y la trágica DANA de octubre, han cambiado por completo un panorama que, hasta hace no mucho, estaba marcado por la sequía -especialmente en la margen derecha-, y las restricciones en el campo.

Tanto que en diciembre llegó a registrarse una avenida ordinaria del Ebro que, pese a anegar campos en la ribera zaragozana, no provocó daños en los cascos urbanos y pasó prácticamente desapercibida en la capital.

Ha de tenerse en cuenta, en todo caso, que las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a una mayor probabilidad de "condiciones secas" en la parte occidental y el norte de la cuenca hasta marzo, por lo que hará falta ver qué ocurre en estos primeros meses del año.

Por su parte, la Dirección General del Agua, también en colaboración con la Aemet, ha desarrollado un sistema de predicción hidrológica estacional de aportaciones en régimen natural en las cuencas hidrográficas intercomunitarias, entre ellas la del Ebro, basada en los datos registrados en los últimos años.

Así, la predicción de aportaciones para la cuenca del Ebro para los próximos seis meses (diciembre-mayo) se situaría en torno a la aportación media (1,05). Es decir, en un 105% de lo que sería el año medio, con una horquilla entre 0,82 y 1,42.

Los embalses, al 75,9%

Actualmente, el volumen embalsado alcanza los 5.920 hectómetros cúbicos. Los embalses de la cuenca del Ebro, que alcanzaron cifras históricas en 2024, están al 75,9% de su capacidad, 13 puntos por encima del 62,2% registrado hace un año y 12 respecto a los 4.974 hm3 (63,8%) que marcan la media del último lustro.

El de Mediano, por ejemplo, está al 77,1% de su capacidad, con 335,2 hectómetros cúbicos almacenados de un total de 434,5, mientras que El Grado, otro de los más importantes de toda la cuenca, llega al 97,7%, con 390,7, hm3 de 400.

Las cifras se mantienen, por suerte, alejadas de los 3.468 hm3 de 2023, el mínimo de los últimos cinco años. También son positivas en la margen derecha. En este caso, la reserva actual es de 445 hectómetros cúbicos (66%), por encima del 43% de 2024 y del 55% que, de media, se viene registrando en el último lustro.