Un laboratorio escondido en pleno Pirineo aragonés: a 800 metros bajo tierra para estudiar la materia oscura
Este laboratorio se ideó en los años 80 con apenas dos salas de 10 metros cuadrados y ya es un referente en el estudio de la materia oscura del universo.
El estudio de la materia oscura y los secretos del universo es uno de los grandes retos de la física en el siglo XXI. Se calcula que el 85% del cosmos está compuesto por este tipo de materia, de la que se desconoce su origen, formación y cómo interactúan con otras fuerzas. Tampoco emitiría ningún tipo de radiación, lo que complica su investigación.
Así, el estudio de estos fenómenos inusuales en la naturaleza, como la colisión con un átomo de neutrinos, requiere muy baja radioactividad ambiental para ser observados, y eso sólo puede encontrarse a cientos de metros bajo tierra, en lo que se conoce como “silencio cósmico”. El más profundo del mundo se encuentra en China, con su laboratorio Laboratorio Subterráneo Jinping, situado a 2.400 metros de profundidad en la provincia de Sichuan.
Pero Aragón también cuenta con uno de los grandes centros de investigación de la materia oscura. Es el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, ubicado a 800 metros de profundidad en el túnel del Somport, bajo el monte Tobazo, en plena frontera entre España y Francia. Dispone de 22 colaboraciones nacionales e internacionales, con más de 260 científicos e ingenieros de 50 instituciones.
De hecho, actualmente es el segundo laboratorio a gran profundidad más grande en Europa. Se dedica especialmente a dos tipos de búsquedas de fenómenos naturales aún no descubiertos: la desintegración doble beta de los neutrinos, y el descubrimiento de las propiedades de la Materia Oscura.
Además, cuenta con una Plataforma de Biología creada con el objetivo de alojar experimentos en un entorno de bajo fondo reactivo. Dispone de instalaciones en superficie y subterráneas, que permiten replicar los experimentos en presencia o ausencia de radiación. Así se puede estudiar cómo afectan los diferentes tipos de radiaciones al metabolismo de distintos modelos biológicos.
Origen
Su origen se remonta a los años 80, de la mano del investigador Ángel Morales. Entonces, no tenía ninguna infraestructura, más allá de dos salas de unos diez metros cuadrados, que se acondicionaron para acoger el Laboratorio 1. En 1994, aprovechando las obras de excavación del túnel del Somport, se creó un nuevo hall experimental, que albergó numerosos experimentos de materia oscura y neutrinos.
Aprovechando su éxito durante dos décadas, Morales convenció a las autoridades francesas y españolas para construir un nuevo laboratorio de gran envergadura. Sin embargo, un año más tarde de su apertura en 2006, aparecieron señales de inestabilidad en la roca y fue cerrado. La Universidad de Zaragoza realizó una revisión completa del proyecto e instaló estructuras de sujeción para garantizar la seguridad del personal y las instalaciones.
Posibilidad de visitarlo
Además, para los más curiosos, existe la posibilidad de visitar este centro. De septiembre a junio, el Laboratorio Subterráneo de Canfranc dedica visitas a grupos de estudiantes, con edad mínima de 16 años, dando prioridad a aquellos que tengan interés por la Física. Son gratuitas y tienen una duración de dos horas y media, en las que se explica la historia, la ciencia y los experimentos que ahí se realizan.
Para peticiones de particulares, el Laboratorio ofrece visitas algunos viernes por la mañana durante los meses de julio y agosto. Desde la página web del centro ya se pueden enviar solicitudes para apuntarse a una lista de espera para el próximo verano.