El Río y Juego vuelve a quedarse sin 'food trucks' para las Fiestas del Pilar: el concurso queda desierto
El Ayuntamiento confirma que no se ha presentado ninguna empresa pese a haber mejorado las condiciones. Esto ya ocurrió en 2023.
El concurso para instalar 'food trucks' en el espacio Río y Juego del recinto Expo durante las próximas Fiestas del Pilar vuelve a quedar desierto. La iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Zaragoza en 2023, no ha recibido ninguna oferta por segundo año consecutivo pese a haberse mejorado las condiciones.
La noticia viene confirmada desde la propia mesa de contratación, que a principios de este mes certificó que ninguna compañía se había interesado por la licitación. Los propios plazos hacen que ya no haya margen para lanzar un nuevo concurso, por lo que quienes quieran 'food trucks' deberán acercarse hasta las que se instalarán en el entorno del paseo de Echegaray y Caballero.
El Río y Juego busca aprovechar y reutilizar el espacio de la plaza de Lucas Miret. A través de este concepto, desde el Consistorio elaboran varias actividades infantiles (juegos, música o cuentacuentos), donde además se pretende instalar una zona de comida saludable y sostenible. Cabe recordar que es una de las propuestas más exitosas de las Fiestas del Pilar.
El año pasado, el contrato para la zona de 'food trucks' alcanzaba los 12.000 euros para 1.000 metros cuadrados. Una cifra que descendió hasta los 8.120,08 euros, en una superficie de 400 metros cuadrados, este 2024.
La idea era que la empresa elegida empezase el montaje a partir del 2 de octubre, en apenas dos semanas, pero nada más lejos.
30 mesas y asientos
El nuevo contrato ofrecía al adjudicatario instalar un máximo de 30 mesas, con sus respectivos asientos, en 400 metros cuadrados. Además, entre las condiciones se establecía la posibilidad de decorar el espacio con guirnaldas, pero quedaba prohibido instalar equipos de sonidos propios.
En cuanto a la decoración de la zona, se señalaba la obligatoriedad de respetar el arbolado, farolas o bancos, así como el resto del mobiliario. Con esto se pretendía evitar daños y el posible deterioro de los mismos.
De la misma forma, se decretaba proteger el pavimento de la zona a la hora de preparar los diferentes alimentos. Por ejemplo, evitando posibles manchas de grasa.
Cuatro camionetas
En total eran cuatro los 'food trucks' que se pretendía instalar en la zona entre el 6 y el 13 de octubre. Durante este periodo, que abarcaba toda la semana de fiestas, el horario de apertura iba a ser de 10.00 a 20.00 o de 16.00 a 20.00, en función de las actividades programadas.
Cada una de las camionetas tendría que haberse centrado en un producto diferente, cumpliendo además con la idea de sostenibilidad. Motivo por el cual los materiales y envoltorios de las comidas debían ser ecológicos y reciclables.
Como requisito, desde el Consistorio apostaron por una venta de alimentos saludables, siendo obligatorio incluir opciones para intolerantes. Para ello, debían disponer de un cartel con las opciones y los alérgenos.