Zaragoza

Casademont Zaragoza volvió este lunes a los entrenamientos con muchas caras nuevas, pero con la ilusión intacta de repetir sus hazañas de las últimas temporadas. El verano ha dejado bajas sensibles en la plantilla de Carlos Cantero, no obstante, la entidad ha tratado de reforzarse con grandes nombres y promesas.

Uno de los fichajes más ilusionantes de este mercado en Casademont Zaragoza fue la joven Helena Pueyo. La jugadora, primera llegada, era pretendida por muchos equipos, pero se decantó por el proyecto de Zaragoza.

Las opciones para ella eran diversas después de ser una de las revelaciones en Estados Unidos, donde completó su etapa universitaria. Sin embargo, decidió unirse a los Guardianes de Zaragoza y este miércoles, en su presentación, ha explicado los motivos. "Es un proyecto muy chulo, están trabajando muy bien, los he seguido bastante durante esta temporada y conozco a varias jugadoras", apuntaba.

Además, reconocía que es un proyecto que va de menos a más y espera ser parte de este crecimiento: "Desde el entrenador hasta la última jugadora creo que podemos hacer algo grande".

Otro aspecto que seguro que le ha motivado es poder jugar la Euroliga o el ambiente del Príncipe Felipe. Confesaba que le habían hablado de ello y estaba "muy contenta porque la gente apoya mucho".

Así pues, Helena admitía su ilusión y sus ganas de volver a España después de cinco años fuera: "Quiero disfrutar de esta liga con tanto nivel", declaraba y reconocía que le encanta el juego español. A su juicio, el baloncesto estadounidense se basa en lo físico y en jugadoras más grandes.

Casademont Zaragoza ha incorporado muchas nuevas jugadoras a su plantilla femenina, pero para la balear no es un problema, simplemente considera que les llevará "más tiempo para conectar".

Cómo se define

Una jugadora de equipo. Esta es la definición que la propia Helena Pueyo hace de sí misma. "Me gusta mucho compartir el balón, pasarla, ayudar en el rol que sea para ser mejores", continuaba. A su vez, añadía que le gusta "hacer disfrutar a la gente del baloncesto" y revela que es "muy competitiva": "Me gusta ganar y odio mucho perder".

Igualmente, señalaba que Cantero le había pedido que fuese ella, que intentara dar el máximo y que refleje todo lo que ha aprendido en los años fuera de su país.

Por último, la base de 23 años está dispuesta a dar lo mejor de ella con el objetivo de seguir creciendo.