A principios de siglo XXI, la ciudad de Zaragoza emprendió un proceso de transformación que alcanzó su punto álgido con la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008. En el proceso de participación inicial de 2001, se planteó una torre que fuese el icono de la muestra internacional y el referente visual de una ciudad que quería dejar de ser lugar de paso para convertirse en punto de encuentro.
El origen y la idea de la Torre del Agua.
El primer concurso, anterior incluso a la designación de Zaragoza como sede de la Expo 2008 el 16 de diciembre de 2004, fue la Torre. En el concurso ganó el arquitecto Enrique de Teresa, acompañado del ingeniero Julio Martínez Calzón. La construcción fue realizada por OHL. El ingeniero Alfonso Pérez dirigió la obra y se ha ocupado de su mantenimiento hasta el presente.
El edificio es un elemento reconocible tanto por su gran volumen de 76 metros de altura como por su oportuno emplazamiento en el corazón del meandro de Ranillas. Hoy constituye un hito visual que se impone en el paisaje tanto de día como de noche, a escala local y territorial. En planta, la torre tiene forma de gota, de modo que vista desde los cinturones de circunvalación, la torre adopta forma cóncava, cilíndrica, convexa o apuntada según en ángulo de observación. La punta, a modo de proa, señala las torres del Pilar.
Crisis y Renacimiento: El nuevo significado de la Torre
Tras la clausura de la Expo y los años posteriores de crisis, la Torre del Agua quedó cautiva de la necesidad inmediata de recuperar los activos inmobiliarios. Pero los tiempos han cambiado y el Gobierno de Aragón, socio muy mayoritario de la empresa pública Expo Zaragoza Empresarial (EZE), ha emprendido el reto de revitalizar la Torre del Agua con nuevas funciones acordes con el desarrollo de la ciudad como polo logístico internacional.
Prueba de su empeño son los recientes concursos licitados por EZE encaminados a adaptar la arquitectura a las condiciones para los nuevos usos y a la mejora técnica de la iluminación espectacular de la fachada. El proyecto arquitectónico ha sido otorgado nuevamente a Enrique de Teresa y el de la iluminación a Oboria Digital, encabezado por Miguel Fontgivell.
Los Nuevos Usos de la Torre
Una de las principales modificaciones será la incorporación de un mirador cubierto en la azotea, que elevará la altura de la torre a 80 metros. En la planta 23 se instalará un restaurante espectacular que contará con una mayor luminosidad y transparencia gracias a la retirada de la chapa blanca de la celosía triangular de la fachada.
Entre las plantas 7 y 21, el edificio alberga un espacio único de 40 metros de altura, que combinará la esbeltez de una catedral con el aire industrial de las instalaciones. Este volumen, rodeado de rampas ascendentes y descendentes que siguen el perímetro del edificio envuelve el Splash, el totem de la Expo diseñado por Pere Gifre.
La asociación Legado Expo, en su afán de colaborar activamente con la administración, ha propuesto una idea para el espacio del Splash, rampas y rellanos. Se trata de un programa museístico sobre la Expo Zaragoza 2008 y su Legado. Sobre la metáfora de superposición de siete estratos culturales, se aprovechan los siete rellanos de la Torre. Arranca con la exhibición de planos y maquetas de la transformación del meandro de Ranillas. Sigue la fiesta del 2008 con videos, las carrozas y el vestuario de la cabalgata del Circo del Sol. El legado inmaterial y el mensaje internacional del agua ocupan un lugar central. Otro espacio se dedica a la diplomacia pública: personajes relevantes de la política, la empresa y la cultura de todo el mundo que se dieron cita en Zaragoza en 2008. Sigue la transformación de la ciudad con el Plan de Acompañamiento y, finalmente, los tres ejes estructurantes de la nueva ciudad: la vida y la biodiversidad (Acuario), la movilidad urbana y la automoción (puente de Zaha Hadid) y, con especial énfasis, la logística en la Torre.
Para el zócalo, cuyo programa no está todavía definido, la asociación Legado Expo propone un uso cultural productivo, El concepto se inspira en modelos de éxito de museos interactivos y tecnológicos de todo el mundo. Referencias como el Ars Electrónica de Linz (Austria), el Stedelijk Museum de Ámsterdam y el Museo de Arte Contemporáneo MORI de Tokio, conocidos por sus exposiciones interactivas y dinámicas, sirven de inspiración. Al igual que estos museos, la Torre del Agua podrá convertirse en un centro cultural donde los visitantes interactúan, se emocionan y participan activamente. Estos museos son famosos por su capacidad de atraer al público mediante experiencias inmersivas que convierten cada visita en algo único y memorable.
Un Futuro Prometedor para la Torre del Agua
La revitalización de la Torre del Agua es un símbolo del progreso de Zaragoza como ciudad atractiva y conectada globalmente. El compromiso del Gobierno de Aragón con este proyecto no solo se expresa en términos económicos, sino también en la voluntad de aprovechar al máximo el potencial de la torre como referente cultural, turístico y económico.