Este año trae consigo nuevas oportunidades y desafíos para todos, pero más si cabe para el colectivo de autónomos. Un colectivo que cuenta con unos recursos limitados en cuanto a tiempo, personal, dinero, etc., pero que debe competir y compite todos los días con grandes compañías que superan con mucho su tamaño y recursos disponibles.

Nuestro primer deseo, desde luego, es para todos los afectados por la Dana, nuestro cariño y respeto por todos aquellos que han perdido a un ser querido y nuestro apoyo para que no se olvide semejante desgracia y lleguen las ayudas prometidas lo antes posible. Si ya es difícil abrir y mantener cada día un negocio, no lo es imaginar la dificultad que tiene reabrirlo cuando una riada se lo ha llevado todo por delante.

Las perspectivas pasan como comentábamos por nuevas oportunidades y desafíos que se presentan ante el colectivo en forma de: Un nuevo sistema de cotizaciones basado en ingresos reales, más equitativo donde los autónomos que menos facturan verán como disminuye su cuota mensual y los demás ajustarán sus cuotas de forma que recibiremos prestaciones más adecuadas, más justas y equitativas. Ya es hora de que además de en el negocio, en nuestros trabajadores, o nuestras responsabilidades, pensemos también en nosotros y nuestro futuro.

Una transformación digital que ha venido para quedarse y que nos abre un mundo inabarcable de posibilidades donde los autónomos podemos prosperar más que nunca. Con la digitalización los autónomos tenemos acceso a herramientas que optimicen la gestión de nuestro negocio y mejoren nuestra eficiencia a menudo reduciendo costes operativos. Acceso a plataformas donde podemos formarnos cómodamente y adquirir nuevas habilidades de aplicación directa en nuestros negocios o mantenernos actualizados.

Con la factura electrónica simplificaremos trámites y conseguiremos mayor transparencia y menor fraude fiscal. Con la presencia adecuada en redes damos visibilidad a nuestro proyecto y conseguimos ampliar mercados. Innovación, en un mundo tan competitivo como el actual y teniendo en cuenta el desequilibrio en cuanto al tamaño de las empresas que compiten en él, es en muchos casos la creatividad la atención personalizada y la capacidad y rapidez para adaptarnos a los cambios el valor diferencial para hacer destacar nuestros negocios.

Y por último y no menos importante, el segundo deseo, fomentar el ASOCIACIONISMO. Algo sobre lo que a los autónomos nos han hablado bastante poco. Seguramente porque interesa más tenernos ocupados en nuestros negocios con jornadas interminables, una carga impositiva que va más allá de lo razonable y responsabilidades que traspasan el ámbito empresarial para implicar el personal, como la financiación, (la mayoría de la financiación que necesita un autónomo la avala con sus bienes personales o los de su familia) y así han conseguido que molestemos o reivindiquemos lo menos posible nuestros derechos.

Desde ATA estamos aquí para eso precisamente, para que el colectivo entienda y no subestime el poder de la comunidad, que juntos somos mucho más fuertes y visibles, que disponemos de los medios y de los mejores profesionales para representar y defender nuestros intereses donde sea necesario. Que desde la unión conseguimos mejores consumibles y a precios más competitivos.

Porque ATA es la casa de todos los autónomos, desde donde abrimos puertas a la colaboración y damos el apoyo moral o profesional necesario tanto en los buenos como en los malos momentos.

FELIZ 2025.