Después de la tormenta, llega la calma. O eso parece en Aragón. Ayer la comunidad vivió un episocio de intensas lluvias, rayos y granizo. La temperatura descendió 10 grados rápidamente; en Biescas, el aguacero descargó hasta 51,4 litros por metro cuadrado desde las 18.00 hasta las 0.00, y en Zaragoza los bomberos realizaron 40 salidas, la mayoría por ramas de árboles caídas o por contenedores volcados por las fuertes rachas de viento.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para hoy, miércoles reza así: predominio de cielo nuboso, tendiendo a intervalos nubosos a últimas horas. Se esperan chubascos dispersos ocasionalmente acompañados de tormenta, que probablemente sean localmente fuertes en el Pirineo, sin descartarlo en puntos del sur de Teruel. Temperaturas en descenso generalizado, localmente notable en puntos del Sistema Ibérico en el caso de las máximas. Viento del noroeste, moderado en el valle del Ebro y flojo en el resto.

Es decir, hoy solo se esperan lluvias en algunos puntos del Pirineo como Jaca o Benasque, y en el resto cielos nubosos con unas temperaturas agradables que no superarán los 25 grados. Sin embargo, la Aemet mantiene la Alerta amarilla en la comunidad, aunque avisa de que hay un progresivo aislamiento de la DANA en torno al área mediterránea, y es probable que las precipitaciones y tormentas más intensas se trasladen a gran parte del tercio oriental peninsular y Baleares.

El tiempo se estabilizará los próximos días, y las temperaturas irán subiendo poco a poco. No se descartan algunos chubascos vespertinos en los dos extremos, tanto en el Pirineo, como en el Bajo Aragón. El cierzo se mantendrá entre flojo y moderado en el Valle del Ebro. Y las temperaturas, aunque suben, no se alcanzarán los valores tan altos de los últimos días. 

Para el festivo de mañana, jueves 15 de agosto, la previsión del tiempo es cielo despejado con algunas nubes en Zaragoza, cuya máxima será de 23 grados, en Huesca la máxima será de 25 y en Teruel de 21 grados.

El viernes, volverá el sol en todo su esplendor, y aunque la mañana será fresquita, por la tarde se espera que los termómetros lleguen a marcar los 30 grados. Una temperatura que no aumentará mucho más hasta el domingo, cuando el calor volverá a asentarse en la comunidad.