El espectacular pueblo a 100 kilómetros de Huesca escondido entre montañas: es de los más felices de España
- Se trata de un pueblo medieval que está en el listado de los más felices y más bonitos de España, por sus paisajes, y la belleza de sus calles.
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Ya se sabe que Aragón cuenta con pueblos espectaculares. Pueden ser medievales, estar abandonados o escondidos entre montañas, y cada uno tiene su encanto particular. Hay una vieja canción que dice: “La vida pirata, la vida mejor”, pero habría que cambiarla por: “La vida en el pueblo, la vida mejor”, y un ranking sobre la felicidad, lo demuestra.
España no solo es Madrid o Barcelona, cuenta con una gran extensión de terreno, en la montaña, en la costa y en el interior encontramos pueblos fantásticos. El mundo rural encierra una gran belleza, por sus paisajes, su rica gastronomía y principalmente por su buena gente.
Mi abuela decía que no hay mayor tristeza para un aragonés que no tener pueblo, y no le faltaba razón, pues la felicidad se encuentra escondida en ellos. La tranquilidad, la serenidad y la naturaleza son claves esenciales para una vida llena de paz y felicidad.
A 100 kilómetros de Huesca, entre las imponentes montañas del Pirineo Aragonés, se encuentra Aínsa, un encantador pueblo medieval que ha sido reconocido como uno de los lugares más felices de España. Este pintoresco rincón aragonés destaca no solo por su belleza histórica y natural, sino también por el bienestar de sus habitantes, que disfrutan de una calidad de vida única.
Según un reciente estudio de Azucarera y la consultora YouGov, que identificó los 35 pueblos más felices de España, Aínsa figura entre los pocos representantes de Aragón en el ranking, junto con Albarracín. Pero, ¿qué hace que esta villa medieval en las montañas sea un lugar tan feliz?
La felicidad en Aínsa: un equilibrio perfecto entre naturaleza y tranquilidad
Aínsa es el destino perfecto para quienes buscan la paz y la felicidad que solo se encuentran en los pueblos de montaña. Situada en la confluencia de los ríos Ara y Cinca y bajo la protección de la Peña Montañesa, Aínsa ofrece un ritmo de vida pausado, ideal para desconectar y recargar energías.
Los habitantes de este pueblo, catalogado como Conjunto histórico-artístico, disfrutan de una vida tranquila, rodeados de un entorno natural que invita a vivir al aire libre y a mantener un estilo de vida saludable. Según el estudio, este ambiente relajado y afectuoso es uno de los factores principales que contribuyen al bienestar de los vecinos de Aínsa.
El casco antiguo de Aínsa es un viaje en el tiempo al medievo. Su plaza Mayor porticada, el punto neurálgico de la villa, es famosa por la recreación histórica de "La Morisma", que rememora la victoria del rey García Ximénez sobre las fuerzas sarracenas.
Además, destaca la iglesia románica de Santa María, considerada una joya del románico en el Alto Aragón, con un claustro donde confluyen los estilos románico y gótico.
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Además de su patrimonio, Aínsa es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo, que encuentran en sus alrededores una extensa red de rutas.
Entre las más populares, destaca el itinerario que une Aínsa con el cercano pueblo de Boltaña, una travesía donde los caminantes pueden disfrutar de los paisajes verdes del Pirineo y del aire fresco que llena los pulmones de vitalidad.