Mujer viajando por la ciudad de Zaragoza.

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La palabra que usan en Aragón para referirse a una persona guapa: no es conocida en el resto de España

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La rigueza lingüística en España es enorme, evidencia de ello, es que en este país se hablan 12 variedades dialectales del español y entre ellas podemos encontrar el aragonés. Sin embargo, más allá de los dialectos y lenguas, también podemos encontrarnos con una larga lista de palabras propias y únicas de cada comunidad autónoma e incluso en cada territorio de ella.

Hemos visto ya bonitas palabras para referirse a los padres, a los abuelos, también palabras para expresar sentimientos como echar de menos a alguien y esta vez queremos hablarte de otra palabra también muy presente en el lenguaje coloquial cotidiano aragonés. 

Una expresión entrañable de la lengua aragonesa con la que es posible referirse a una persona guapa y cuyo significado va más allá de la belleza física. Y es que, esta palabra puede usarse también para expresar afecto y cercanía. Hablamos en este caso de la palabra bonico/bonica.

Esta palabra es una forma afectuosa y entrañable de describir la belleza y el encanto de alguien. Tiene un toque cariñoso que la hace muy especial y cercana. Otra particularidad de esta palabra, es que también puede utilizarse para describir objetos o situaciones agradables.

Una tierna palabra que deriva de "bonito" y que cuenta con esa característica distintiva del sufijo "-ico" que podemos encontrar en varias zonas de Aragón y que se utiliza para dar un toque afectivo y cercano a las palabras. Un diminutivo que tiene raíces en el latín y que se ha mantenido especialmente en Aragón y también en algunas zonas de Navarra y La Rioja.

Otras palabras aragonesas

El aragonés es mucho más que una lengua, es un reflejo de la cultura, historia y carácter de Aragón, con un vocabulario que sorprende y enriquece a quienes lo descubren. 

Y es que, más allá de esta bonita palabra, en Aragón son muchas las expresiones que podemos encontrar únicas y que reflejan la esencia de Aragón y despiertan curiosidad en quienes las escuchan por primera vez.

"Alberge": el albaricoque aragonés

En Aragón, los albaricoques reciben el nombre de "alberges". Esta palabra, que puede sonar extraña o incluso graciosa para quienes no la conocen, demuestra cómo el aragonés tiene su propio estilo y forma de nombrar lo cotidiano.

"Chipiarse": empaparse de agua

Una expresión típica para decir que te has mojado por completo, ya sea por un chaparrón o por un accidente con una bebida. "Chipiarse" evoca la sensación de estar empapado y es perfecta para esos momentos en que el agua te sorprende.

"Dar pampurrias": expresar asco o desagrado

Si algo provoca rechazo o escalofríos, en Aragón se dice que "da pampurrias". Este término curioso y expresivo es la forma aragonesa de hablar de algo que desagrada profundamente.

"Esbafar": una bebida sin gas pierde su encanto

Cuando una bebida pierde el gas, los aragoneses dicen que se ha "esbafado". La palabra describe con precisión ese momento en que una bebida ha perdido su frescura y sabor burbujeante, y ya no resulta tan atractiva.

"Escaparrar": mandar lejos con estilo

En Aragón, si quieres que alguien se aleje o se marche, puedes decirle que se "escaparre". Aunque puede sonar fuerte, también tiene un uso en tono de broma, y es una forma típica y algo contundente de sugerir que alguien se vaya.

"Zaborrero": el torpe de Aragón

Para describir a una persona torpe o descuidada, los aragoneses utilizan la palabra "zaborrero". Aunque puede usarse en tono amistoso, siempre conlleva una pizca de crítica hacia el desaliño o la chapucería.

Expresiones únicas que forman parte del vocabulario aragonés, lleno de palabras que aún se escuchan en rincones rurales o en la cotidianidad de algunos aragoneses, es un reflejo de su rica historia y de la identidad de la región.

Aunque el aragonés ha ido perdiendo terreno frente al castellano, estas expresiones demuestran que aún sigue vivo en la cultura y la vida diaria, ofreciendo un lenguaje único que sorprende y enriquece.