Este precioso pueblo cerca de Zaragoza es un tesoro poco conocido: con una pequeña ermita medieval
- El casco de este pueblo es uno de los más cuidados y más bellos del Alto Aragón, declarado como Conjunto Histórico Artístico.
- Más información: Este es el precioso palacio que debes visitar cerca de Zaragoza: un tesoro poco conocido y residencia de Condes
Aragón es una auténtica joya natural. Desde el matarraña de Teruel, pasando por el Monasterio de Piedra en Zaragoza y hasta el Pirineo oscense, la comunidad encierra una riqueza natural e histórica digna de descubrir.
Durante estas fiestas navideñas, muchos aprovechan para hacer excursiones o escapadas e ir conociendo los tesoros escondidos de Aragón. En las tres provincias hay pueblos preciosos que merecen ser conocidos, pero hoy vamos a hablar de uno oscense.
Ubicado entre el río Aragón y la majestuosa Sierra de San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Serós es uno de esos pueblos que parecen detenidos en el tiempo. Su cuidado casco urbano y su rica historia lo han convertido en un Conjunto Histórico Artístico que deslumbra a quienes lo visitan.
El apellido «Serós» no es casualidad. Este pueblo tiene una estrecha conexión con las religiosas que habitaron el Monasterio de Santa María hasta el siglo XVI. Fundado en 1060 por Ramiro I de Aragón, este cenobio femenino albergaba a las hijas de la realeza y la alta nobleza aragonesa.
Aunque el monasterio ha desaparecido, su espectacular iglesia sigue en pie como un testigo silencioso del pasado. Además, en el tejado de muchas de sus casas aún se pueden contemplar misteriosas chimeneas llenas de leyendas.
Qué visitar en Santa Cruz de Serós
El pequeño pueblo medieval está a unos 95 km de Zaragoza capital, por lo que desde la ciudad se tardaría más o menos: 1hora y 45 minutos. Si nos aventuramos a ir ahora en invierno, habrá que madrugar un poco para aprovechar las horas de sol.
En el pueblo medieval Santa Cruz de Serós podemos visitar:
-
La Iglesia de Santa María
La joya de la localidad es, sin duda, la Iglesia de Santa María, una construcción del siglo XII que conserva toda la esencia del románico aragonés. Su imponente campanario, considerado uno de los más destacados de la región, domina el paisaje con una elegancia atemporal. Cada piedra de esta iglesia parece contar historias de monjas, reyes y siglos de fe.
-
La ermita de San Caprasio
A pocos pasos, la pequeña ermita de San Caprasio es otra parada obligatoria. Construida a inicios del siglo XI, es el único edificio de estilo románico lombardo que se conserva íntegramente en Huesca. Su sencillez arquitectónica y su única nave primitiva hacen que algunos la describan como un "juguete" que encierra siglos de historia.
-
Caserío de cuento
Las calles de Santa Cruz de la Serós son un viaje al pasado. Sus casas, construidas con piedra amarillenta y tejados de losa superpuesta, reflejan la esencia tradicional del Alto Aragón. Pero lo que realmente llama la atención son sus chimeneas troncocónicas, rematadas por los famosos "espantabrujas".
Cuenta la tradición que estas curiosas chimeneas evitaban que las brujas, volando en sus escobas, entraran a las casas por los tejados. Hoy en día, la localidad rinde homenaje a esta peculiar leyenda con un monumento dedicado a estas chimeneas mágicas.
Santa Cruz de la Serós es historia y leyenda; un lugar que invita a perderse por sus calles, disfrutar de su tranquilidad y maravillarse con el paisaje que lo rodea.
Si buscas un rincón donde la tradición, la arquitectura y la naturaleza se den la mano, este pueblo de Huesca es una parada obligatoria. Un lugar que, como sus chimeneas, espanta la rutina y deja espacio para la magia.