El pueblo mágico que deberías visitar al menos una vez en la vida: está muy cerca de Zaragoza

Aragón, tierra de contrastes, es un mosaico de paisajes que van desde majestuosas montañas en el Pirineo hasta las llanuras del Ebro. En su corazón, los pueblos aragoneses emergen como guardianes de la historia, y del arte. Lugares mágicos que merecen ser visitados por lo menos una vez en la vida. 

Cada pueblo de esta comunidad esconde auténticas joyas que conquistan a quienes se aventuran a descubrirlas. Pasear por sus calles empedradas es como retroceder en el tiempo, entre fachadas medievales, antiguas plazas y monasterios que susurran siglos de vida.

A tan solo una hora en coche desde Zaragoza, se encuentra Borja, un encantador municipio aragonés que combina historia, cultura y enoturismo, ofreciendo una experiencia inolvidable para visitantes de todas las edades.

Borja: historia y patrimonio

Borja, con raíces celtíberas, ha sido testigo de diversas civilizaciones que han dejado su huella en su patrimonio arquitectónico. Pasear por sus calles permite admirar casonas, conventos y palacios que reflejan estilos que van desde el Renacimiento hasta el Barroco.

La Colegiata de Santa María, cuya construcción se inició en el siglo XII y se prolongó hasta el siglo XIX, es un claro ejemplo de esta diversidad estilística. Junto a ella, el Museo de Arte Religioso alberga una valiosa colección de piezas sacras.

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La judería de Borja, situada junto a la Plaza del Mercado, conserva edificaciones emblemáticas como la Casa-Palacio de los Angulo y el Torreón de los Borja, testimonios de la rica historia de la comunidad judía en la localidad.

Sin embargo, muchos, al haber leído "Borja" no habrán pensado ni en si historia ni en su rico patrimonio, sino en el "Ecce Homo". En el Santuario de la Misericordia está la famosa pintura al fresco. Se hizo mundialmente conocida en 2012, debido a una peculiar restauración realizada por una vecina del pueblo. Borja y su "Ecce Homo" se convirtieron en una curiosa atracción turística internacional.

Ecce Homo, Borja. Turismo de Aragón

Por otro lado, Borja es reconocida por su tradición vitivinícola, especialmente por la producción de vinos elaborados a partir de la variedad Garnacha, integrados en la Denominación de Origen Campo de Borja.

Los amantes del vino pueden visitar el Museo del Vino, ubicado en el Monasterio de Veruela, y participar en experiencias únicas en las bodegas que forman parte de la Ruta de la Garnacha.

Edificios de interés turístico en Borja

Borja es un pueblo lleno de encanto que, gracias a su proximidad a Zaragoza, se presenta como una visita obligada para quienes desean disfrutar de la riqueza cultural, histórica y natural de Aragón. Aparte del "Ecce Homo", Borja cuenta con varios edificios declarados de interés cultural.

Casa Consistorial

Construida en 1532 por el alarife mudéjar Antón de Veoxa, es un hermoso ejemplo de la arquitectura renacentista aragonesa. En su interior se encuentra el llamado “Salón de Reyes” por los lienzos que lo decoran con los retratos de los monarcas aragoneses que concedieron privilegios a la ciudad.

Casa de Aguilar

De la misma época es este edificio en el que tiene su sede el Centro de Estudios Borjanos. Gran interés tiene su alero de madera tallada, decorado con piñas cerradas.

Casa de las Conchas

Edificada en 1520, toma su nombre de las conchas de hierro forjado que decoraban su puerta de acceso. Declarado Bien de interés cultural, se encuentra en proceso de rehabilitación.

Casa de la Estanca, Bien de Interés Cultural. E.E

Casa de la Estanca

Otro de los monumentos declarados Bien de Interés Cultural es esta singular muestra de la arquitectura mudéjar, emplazada en un paraje natural, a 5 kilómetros del casco urbano. También fue construido por Antón de Veoxa, el autor de la casa consistorial y, fue completamente restaurada en 2019.