El líder de Podemos Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados/Sergio Barrenechea/EFE

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La trampa de Iglesias al PSOE valenciano

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Por César Sampedro Sánchez, Doctor en Historia, militante PSPV-PSOE.

De todos es conocida la arrogancia y sobre todo la voracidad de Pablo Iglesias desde que dio sus primeros pasos en política. De hecho, nada más entrar con su grupo parlamentario en el Congreso, no dudo en engañar a sus “confluencias”, especialmente a Compromís, con la promesa de un grupo parlamentario propio. Desde sus inicios, Iglesias ha manifestado un odio visceral al PSOE, que en palabras de Sánchez, no se puede adivinar de donde sale, sino es debido, añado yo, a la búsqueda de su destrucción, suplantación, ocupar su espacio, llámese como se quiera. Como bien ha señalado el secretario general socialista, la suma de las fuerzas de izquierda con Podemos se hace muy difícil, por cuanto Iglesias siga bloqueando el cambio.

De los acuerdos y confluencias ha venido a sumarse en estos últimos días Izquierda Unida, escenografiado con un alegre abrazo en la Puerta del Sol. Hacía a Aberto Garzón mucho más inteligente como para haber caído en esa trampa donde su formación quedará fagocitada por la ballena en una plazo no muy lejano. Sin embargo, el caso de la alianza de esta formación, otrora coalición donde imperaban las directrices del Partido Comunista, se puede contemplar más como la consecuencia de la bancarrota interna que hace necesario ingresos a través de la obtención de más diputados. En cualquier caso, como bien ha indicado el soliviantado Gaspar Llamazares, veterano y por tanto con más visión de la política, es un acuerdo cicatero que no sólo les terminará pasando factura, sino les lleva a la desaparición.

Pero no es de Izquierda Unida de la que he venido a hablar en este texto, sino de la deriva del PSOE valenciano, PSPV-PSOE en sus siglas completas y partido donde milito. Después de vituperar el socialismo y a la marca PSOE, a Pablo Iglesias se le ha ocurrido la genial idea de lanzar un tipo de OPA, no tan hostil como la que le ha hecho a la formación anteriormente citada, a través de un acuerdo para las listas al Senado, con el argumento de que hay que superar la mayoría popular en el mismo. Pablo Manuel, se acuerda de esto, cuando tuvo la oportunidad de terminar con el gobierno de Rajoy votando sí en la investidura de Sánchez, y acabo votando un rotundo no. En ese momento se le vieron las intenciones.

Tras el “no, gracias” de Sánchez a las listas conjuntas al Senado, Iglesias intenta ahora zascandilear con los barones del PSOE, con la intención de dividir al mismo- gracias Patxi López por advertirlo- sin embargo la amonestación más clara es la del expresidente de la Generalitat, Joan Lerma: “No sólo hay que hacer alianzas. Hay que ver para qué se hacen. Es difícil que lo que no ha sido posible en una votación de investidura se puede repetir después en el Senado”. Desde la dirección del PSPV se argumenta la necesidad de una mayoría en el Senado que posibilite una reforma constitucional, pero de nuevo diremos, sino fue posible un voto favorable para formar gobierno, tampoco lo va a ser para una mayoría en el Senado.

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