Por Sigfrido Samet
Todos los medios, y en especial las tertulias “políticas”* de la televisión, dicen:
1) Rajoy ganó dos elecciones.
2) Siendo el candidato más votado, lo lógico, lo democrático, es que los demás partidos lo apoyan.
3) Como segundo partido, el PSOE anuncia que votará "no", la elección de un Gobierno queda nuevamente bloqueada.
4) La abstención de Ciudadanos no basta. Debería votar "sí" y entrar en el Gobierno. Si no, será necesario convocar unas terceras elecciones, y la responsabilidad sería de C’s y también del PSOE.
Estos cuatro argumentos son, a mi juicio, disparates, y en boca de personas mentalmente normales, mentiras.
Rajoy no ganó elección alguna. El PP fue el partido más votado (a pesar de Rajoy y en gran parte por temor a Podemos, potenciado en sus comienzos por el PP). La Constitución española establece (Art.99-1) que el presidente del Gobierno lo elige el Congreso de los Diputados. Cada grupo político representa a un sector de los ciudadanos y puede apoyar a quien mejor le parezca, aunque no sea el más votado. La democracia no es ninguna panacea; es simplemente una forma de gobierno (lábil y peligrosa; necesita la orientación de una aristocracia de la inteligencia, del conocimiento y de la honestidad).
El “pueblo” no es ninguna realidad: cada ciudadano vota según sus creencias y el Gobierno no debe “hacer lo que el pueblo quiere”, sino lo necesario y posible para la nación. Y como el PSOE no tiene opción de Gobierno, no se entiende por qué en la sesión de investidura votará NO en vez de abstenerse; pero está en su derecho.
Ciudadanos hace mucho con abstenerse. No puede votar "sí", porque Rajoy es el responsable de la corrupción del PP (mensaje a Bárcenas, destrucción de los discos duros, etc). Los partidos no “sufren” la corrupción, sino que sus cúpulas la crean (primero para financiar al Partido, luego también a sí mismos). Por eso ni Rajoy ni su grupo pueden liderar la “regeneración”. Además Rajoy liberó a etarras, no abolió la ley de “Memoria Histórica”, ni reformó la Ley Electoral (para que los diputados respondan a sus electores, y NO a las cúpulas partidarias, que los designan o no como candidatos) y un largo etcétera.
Rajoy es el problema, no la solución. Si se marcha, en 24 horas tendríamos Gobierno.
*Las “tertulias” se dedican a especulaciones aritméticas y a transmitir falsedades. Rara vez alguien habla de política.