Un grupo de refugiados desembarca en el puerto griego del Pireo
3.500 ataques se produjeron a refugiados en el año 2016 en Alemania. El domingo 26 de febrero el Ministerio del Interior alemán publicó los datos y cifras. Hubo 560 refugiados heridos entre ellos 43 niños. También sufrieron violencia 217 voluntarios que colaboran asiduamente con los refugiados así como organizaciones de ayuda al refugiado. Aunque las cifras han bajado un poco con referencia al año anterior se puede echar un cálculo rápido y llegar a la conclusión de que en el año 2016 hubo una media de 10 ataques diarios.
Son cifras que avergüenzan y totalmente injustificables, así piensa la gran mayoría de los alemanes, que vieron con bastante simpatía al principio la llegada de refugiados. Esto produjo en 2015 una gran cultura de acogida, aceptando sin rechistar una decisión tomada por el Gobierno de la Canciller Merkel sin que se les consultara.
Las cifras hablan por sí mismas, en 2015 llegaron 1.000.1000 refugiados al país y en los días de picos más altos llegaron a entrar 10.000 al día. En 2016 la cifra disminuyó considerablemente y en los meses de más entradas llegaron 181 diarios. Esta disminución de entradas fue debido al cierre de fronteras en la ruta Balcánica y la firma del acuerdo de repatriación de refugiados entre la Unión Europea y Turquía.
Hoy después de casi dos años del comienzo de la llegada masiva de refugiados, Alemania es un país polarizado. Muchos siguen viendo con buenos ojos la solidaridad que brinda su país, otros y no son pocos, se sienten amenazados con la entrada masiva de musulmanes. Los menos toman la justicia por su mano, y a rio revuelto… la extrema derecha, encabezada por el partido AFD (Alternativa para Alemania) intenta hacer su agosto canalizando todo este descontento y haciendo un totum revolutum con el tema de refugiados, islam y pérdida de identidad.
Es verdad que el panorama visual ha cambiado en cada pueblo y ciudad alemana, ahora mismo el ambiente está aderezado por muchas más mujeres con velo que hace 3 años. Cada pueblo por pequeño que sea recibe su cuota de refugiados a los que se les cubre todo lo necesario, vivienda, ropa, alimento, seguro médico y dinero de bolsillo. Alemania es junto con Suecia el país más solicitado para emigrar. Se estima que Alemania habrá gastado a final del año 2017 unos 50 billones de euros. Mucho dinero pero también es cierto como ha dicho la señora Merkel que el ciudadano alemán no ha visto mermado su bienestar en lo más mínimo, con la llegada de refugiados. Alemania puede ayudarlos y el gobierno de Merkel además quiere.
El peligro es el descontento que esta política está acarreando. Una parte de la sociedad no entienden como una decisión tan importante para un país haya sido tomada sin una consulta previa al ciudadano.
No obstante en las próximas elecciones generales de octubre, se oirá alto y claro lo que los alemanes quieren para su país. El partido de extrema derecha AFD puede llegar a tener según las últimas estadísticas un 10% aunque el propio partido habla incluso de llegar al 20%.
Según las últimas elecciones regionales en Berlín donde llegaron a tener un 14,2, el perfil de votante de AFD fue: hombre, a partir de 45 años, con bajo perfil intelectual, trabajador, jubilado o parado. Estos mimbres pueden hacer que en las próximas elecciones generales un partido xenófobo, populista y demagogo pueda llegar a tener suficientes parlamentarios como para poder influir en la política nacional. Alemania permanece a la expectativa.