Pedro Luis Gallego, conocido como El violador del ascensor y de La Paz detenido el 15 de junio de 2017 de nuevo, por agredir sexualmente a cuatro mujeres en Madrid, fue excarcelado en 2013 tras pasar 22 años en prisión.
Logró su libertad gracias a la anulación de la doctrina Parot, que defendía que las redenciones de condena deberían aplicarse sobre el total de la pena impuesta (en ocasiones miles de años) y no sobre el límite máximo de cumplimiento, que en España eran 30 años.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo tumbó por el recurso presentado por la etarra Inés del Río y dejó en la calle a más de 60 terroristas y delincuentes sexuales y por supuesto, a la propia Inés, encargada de asesinar a 24 personas y condenada a más de 3800 años de cárcel, el 21 de octubre de 2013 aquel tribunal de Derechos Humanos falló a favor de la etarra y se la puso en libertad inmediatamente, tan inmediato que fue al día siguiente, el gobierno de Mariano Rajoy, el que sigue gobernando en nuestros días, puso el grito en el cielo, pero sólo eso, no hizo nada, sólo vio como ganaba la batalla una terrorista que también formaba parte de Comando Madrid, al igual que Idoia López Riaño, la famosa Tigresa, de la que por cierto, aquel gobierno popular que está tan ocupado con seguir con el espectáculo de la moción de censura propuesta por Podemos, no se ha pronunciado de su puesta en libertad el pasado 13 de junio, ni una palabra, ni un gesto hacia las víctimas, ni un nada…
Tampoco lo criticaron los socialistas quienes recordemos, durante el gobierno de Zapatero, se les abrió un camino monumental con la Vía Nanclares a los etarras. No muestran un ápice de interés en algo que cala, que es reconocidamente desastroso, en algo que no es justo, no es justicia, sólo hay rabia. Sin esa sentencia, Pedro Luis Gallego habría permanecido en prisión hasta 2022.
La doctrina Parot intentó acabar con una situación injusta en el cómputo de los beneficios penitenciarios. Antes de la doctrina Parot las redenciones ordinarias y extraordinarias previstas en el Código Penal de 1973 se aplicaban sobre una única condena de 30 años de prisión, que era el máximo de cumplimiento efectivo previsto en aquella legislación.
Esta situación motivada que terroristas condenados a penas milenarias y con decenas de asesinatos a sus espaldas quedaran libres tras haber cumplido menos de 20 años de cárcel por hacer yoga, manualidades o estudiar en la cárcel, como ha ocurrido con la reciente libertad de López Riaño. ¿Reinserción y arrepentimiento es aprender valenciano y Tai chi? No lo sé, pero parece que para la justicia lo es. Esto no es una crítica al sistema judicial, es una crítica que debemos hacernos todos para darnos cuenta de que este sistema no funciona. No es justo y no lo será jamás si sigue así.
¿Cómo se garantiza la reinserción de un violador? No se puede, aquí están las pruebas, lo volverá a hacer. ¿Hasta qué punto por un recurso de una exetarra que cumplía condena se pueden dejar libres a tantos y tantos delincuentes y criminales? ¿No bastaba sólo con ella? No, parece que debemos tragar una y otra vez con las grandes injusticias que nadie entiende y con este país que no quiere que le toquen sus tradiciones pero no clama por estas aberraciones.
El Tribunal Europeo aseguró que España vulneró dos artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos: el 5.1., que hace referencia a la libertad y seguridad; y el 7: nadie podrá ser condenado por una acción o una omisión que, en el momento en que haya sido cometida, no constituya una infracción ni podrá ser impuesta una pena más grave que la aplicable en el momento en que la infracción haya sido cometida.
63 terroristas lograron salir de prisión gracias a la anulación de la doctrina Parot. Junto a ellos abandonaron la cárcel una quincena de delincuentes comunes con más de dos condenas, entre quienes se encontraban los violadores del portal, en Guadalajara, del ascensor y del estilete, o el asesino de las niñas de Alcàsser, Miguel Ricart. El violador del ascensor es detenido de nuevo, tras cometer varias agresiones cerca del hospital La Paz de Madrid. Se le acusa de ser el responsable del secuestro y violación de cuatro mujeres en las inmediaciones del centro hospitalario.
Fue a principios del pasado mayo cuando la alarma comenzó a extenderse en el entorno de este barrio y del hospital, después de que varios medios de comunicación informaran de que la Policía buscaba a este violador que había actuado en la última quincena de abril. Fue condenado a 273 años de prisión por el asesinato de la joven burgalesa Marta Obregón en enero de 1992 y la muerte de la hija de Isabel, Leticia Lebrato, de 17 años, en julio de 1992, además de 18 agresiones sexuales y violaciones. Aprovechaba su profesión como mecánico de ascensores para acceder a los portales de sus víctimas.
¿Algún asesino/violador más que vaya a salir de la cárcel para volver a entrar?